La ciudad de la eterna primavera es uno de los destinos más visitados de Colombia durante todo el año. Su clima, sus pueblos aledaños, la calidez de su gente y su vida nocturna la convierten en un atractivo imperdible para viajeros de todo el mundo.
Y, como habitante de Medellín, conozco perfectamente cuáles son esos planes imperdibles que un viajero de paso no puede dejar de hacer. Es por eso que a continuación te comparto este itinerario que te permitirá disfrutar al máximo tu estadía de 48 horas en mi ciudad.
Día 1
Si es tu primera vez en Medellín, tienes que iniciar tu viaje visitando la Plaza Botero.
Ubicada en el centro de la ciudad, La Plaza es el lugar en donde se exhiben al aire libre las 23 esculturas que el Maestro Fernando Botero le donó a Medellín. Si viajas en metro tienes que bajarte en la estación Parque Berrío y justo al lado quedaLa Plaza.
Ahí mismo vas a encontrar el famoso Museo de Antioquia y el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe. Ambos, espacios dedicados al arte y la cultura que cuentan con una nutrida programación para todos los visitantes.
Después de esto puedes pasar la tarde en el bellísimo Parque Arví, ubicado en el corregimiento de Santa Elena.
Para llegar debes irte en metro hasta la estación Acevedo, allí haces una transferencia al metrocable y cuando llegues a su última parada, haces otra transferencia hacia el cable que va directo al Arví.
Disfruta el paisaje que se ve desde las alturas, y una vez que llegues al parque puedes elegir entre: quedarte afuera en la plaza, donde vas a encontrar los productos propios de los campesinos de la región mientras descansas y disfrutas de la tranquilidad del lugar, o hacer uno de los recorridos guiados por el bosque y los senderos.
Para finalizar tu primer día, dirígete hacia la zona rosa de El Poblado y no te pierdas de una de las mejores fiestas de la ciudad. La amplia variedad de bares y discotecas hará que encuentres el lugar ideal según tus gustos.
Día 2
El segundo día de tu viaje lo puedes iniciar subiendo a uno de los siete cerros tutelares que rodean la ciudad: el Picacho, Pan de Azúcar, el Salvador, la Asomadera, Santo Domingo, el Volador o el Nutibara. Este último es el más popular de todos, pues es una réplica casi exacta de un tradicional pueblo antioqueño.
Para llegar, puedes bajarte en la estación Exposiciones del metro y preguntar por el camino para subir al cerro. Muchos taxis te llevan hasta arriba, pero lo mejor es subir por cuenta propia.
Sin importar cuál decidas visitar, disfrutarás de una preciosa vista panorámica del Valle de Aburrá.
La tarde la puedes pasar en la zona norte de Medellín. Si vas en metro debes bajarte en la estación Universidad. Allí vas a encontrar el Jardín Botánico, el Parque de los Deseos, el Planetario de la Medellín y el Parque Explora. Todos a unos cuantos pasos de distancia.
Si tienes tiempo suficiente, puedes recorrerlos todos. De lo contrario, te sugiero el Parque Explora, un lugar que hace de la ciencia un asunto divertido para niños y adultos. Además, su espectacular acuario es imperdible.
Para finalizar, te sugiero hacer el famoso recorrido del Graffitour. En donde visitarás la comuna 13 de la ciudad y verás con tus propios ojos todo el proceso de transformación que ha tenido esta zona a lo largo del tiempo.
Para hacerlo puedes irte en metro hasta la estación San Javier. Allí están los chicos que organizan el tour. Lo ideal es ir en las horas de la mañana.
Este fue un pequeño pincelazo de todo lo que puedes hacer dos días en Medellín, sin embargo, la ciudad ofrece un sin fin de actividades que te harán desear quedarte más tiempo.
Si decides hacerlo, o planeas volver, asegúrate de visitar uno de sus pueblos aledaños, entre los que destacan Guatapé, Jardín y Santa Fe de Antioquia.
También puedes visitar una finca silletera en Santa Elena, para que veas con tus propios ojos cómo se cultivan las flores que se exhiben durante el desfile de silleteros. O ir al museo el Castillo, recorrer el centro en el tranvía de Ayacucho y pasar una tarde en Parques del Río.
