Hace 3 meses que llegué a este hermoso país con mi Working Holiday Visa en mano, y hoy sé que venir hasta acá fue una de las mejores decisiones que tomé.
Durante los preparativos del viaje no faltaron quienes me dijeron que debería haber viajado primero a Nueva Zelanda en vez de a Australia (en el 2016 estuve “Down Under” con una WH también), que los sueldos son más bajos, que el país es demasiado tranquilo, que me iba a aburrir, etc.
Obviamente también hablé con los enamorados del país “kiwi” y sus costumbres, con quienes recordé que cada lugar y cada viaje es diferente, cada experiencia es única y tiene su encanto. Cada viaje nos transforma y nunca volvemos a ser los mismos, viajar implica desafiarnos y crecer constantemente. Con esa mentalidad elegí venir hasta acá.
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Y así, un 22 de septiembre aterrizamos con mi novio en Auckland para empezar la aventura. La ciudad de las subidas y bajadas nos sorprendió con su tranquilidad y sus extensos parques verdes. Aunque es un destino turístico reconocido, con algunos rincones hermosos, Auckland no logró cautivarnos al 100%.
Pese a que casi todos los años está en la lista de las mejores ciudades del mundo para vivir, tiene un costo de vida altísimo y su clima lluvioso es persistente casi todo el año. Por suerte está a 40 minutos en ferry de Waiheke, una isla que regala playas y atardeceres soñados a sus visitantes, escapada perfecta para quienes desean salir del ritmo urbano.
Fueron varias las razones por las cuales no tardamos mucho en abandonar Auckland, y pese a que todavía nos queda mucho del país por recorrer, lo que he visto y vivido hasta ahora me deslumbró.
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Ahora estamos viviendo en un pueblito con menos de 5 mil habitantes al lado del mar, entre montañas y ríos, nos enamoramos del atardecer y de la casa donde nos alojamos. Vivimos con una familia kiwi, 4 perros, 4 gatos, y algunos peces, estamos trabajando en el campo y nunca antes estuvimos tan tranquilos.
Aunque ya tenemos ganas de movernos para seguir enamorándonos país, estamos esperando completar las semanas de trabajo rural que necesitamos para la extensión de nuestra Working Holiday.
Definitivamente Nueva Zelanda tiene paisajes para todos los gustos, pero lo que tiene por sobre todas las cosas es un estilo de vida único.
Estas son las cosas que más me gustaron y me sorprendieron de Nueva Zelanda hasta ahora:
1. MUY POCA GENTE…
El número total de habitantes de Nueva Zelanda es menor a 5 millones de personas, de las cuales 3 millones y un poco más viven en la isla norte, y la mitad de ellos en Auckland. Esto transforma al país de Oceanía en uno de los menos poblados del mundo.
Con el simple hecho de comparar su población con la de Argentina, casi todos los habitantes de Nueva Zelanda equivaldrían sólo a la población de la Ciudad de Buenos Aires y alrededores.
Curiosidad: hay un promedio de 6 ovejas por ser humano que habita el país, lo cual significa que ¡sólo el 5% de todas las especies que habitan las tierras kiwis es humana!
2. PAISAJES DIFERENTES!
Si sos fanático de la playa, los ríos, los lagos, las montañas verdes, la selva, los escenarios volcánicos y de los glaciares, agregá el país Kiwi a tu Bucket List viajera sin dudarlo. Hay espectáculos naturales para todo tipo de audiencias. Sus caminos impresionantes, vistas fabulosas, flora y fauna únicas, no tienen desperdicio alguno.
Casi 1/3 del país es territorio protegido, como así también varias especies de animales y árboles autóctonos.
Para tranquilidad de muchos, las condiciones geológicas del territorio de Nueva Zelanda hacen que en el país no se puedan encontrar serpientes de ningún tipo, aunque sí se han encontrado restos fósiles de algunas que habitaron el territorio hace millones de años.
Lo mejor: Desde ningún punto del país tendrás que hacer más de 128 km para llegar al mar.
3. ‘EL KIWI NO ES SÓLO LA FRUTA’
Los neozelandeses son conocidos como “kiwis” no sólo porque la industria de la fruta del kiwi es una de las más grandes del país, y por ser uno de los mayores exportadores, sino porque en estas tierras hay un pájaro sin alas que también se llama así.
Aunque todavía no tuvimos la suerte de ver uno, nos contaron que en las áreas donde se puede encontrar el pájaro está prohibido andar con perros ya que al verlo tan suave y esponjoso los canes piensan que es un juguete y los pueden matar.
4. UN ESTILO DE VIDA QUE ENAMORA
Los kiwis son amables, cálidos, simples y hospitalarios, pero, sobre todo: relajados. Aman la naturaleza, el aire libre, no imaginan su vida sin agua alrededor. Estar cerca del mar, del río o de algún lago es imprescindible para sus cotidianas actividades de pesca o para practicar deportes. Es muy común que las familias tengan botes, barcos, tablas, o kayaks, y que hagan de eso sus actividades favoritas en su tiempo libre.
Adoran andar descalzos en sus casas, en el supermercado, o en donde sea sintiendo el pasto mojado, a mis ojos buscando siempre esa sensación de libertad y tranquilidad en el aquí y el ahora. Adoran tomar alcohol, es siempre una buena excusa para compartir con otros o para relajarse solos después de un largo día laboral.
Con un inglés al que tendrás que acostumbrar el oído y muchas palabras del slang neozelandés, siempre escucharás cosas como: “sweet as”, “yeah nah yeah”, “eh” para afirmar algo al final de una oración, una pronunciación diferente de las “i” y las “e”, entre otras. Tienen una cultura de trabajo fuerte, los neozelandeses tienen la costumbre de llamar “Smoko” a cualquier recreo corto en la jornada laboral, por la combinación de Smoke + Coffee, y era utilizado hace años en los entrenamientos militares.
Otra cosa que me encanta de los kiwis es que siguen utilizando el correo postal, además es súper barato y funciona a la perfección. Hasta en el punto más remoto podrás ver distintos tipos de buzones, incluso utilizan viejos microondas para recibir sus cartas.
Colorful kiwi mailboxes showing off ????????????
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5. FANÁTICOS DEL RUGBY AL 100%
Todos conocemos al equipo neozelandés de los “All Blacks”, sobre todo por el baile maorí tradicional que hacen al inicio de cada partido, más conocido como Haka o como baile de guerra. También sabemos que es uno de los mejores equipos del mundo, pero nunca antes de venir a Nueva Zelanda me hubiera imaginado lo fanáticos y apasionados que son por el rugby.
El mundo se para cada vez que el equipo juega y los bares se llenan de seguidores. Ver a todos comentando sobre el partido, algunas veces preocupados por los resultados, me recordó al fanatismo que se tiene en Argentina por el fútbol.
6. AIRE PURO QUE CAUTIVA
Y de verdad es puro, en Nueva Zelanda se respira verde, se siente la naturaleza en un estado impoluto y cuidado. El medio ambiente es increíble, kilómetros de colinas verdes y playas vírgenes. Vayas donde vayas tendrás maravillas de la madre tierra para contemplar. Eso sí, ¡cuidado con el sol!, hay un gran agujero de ozono en la atmósfera que hace imprescindible que todos usen protector solar. En cualquier actividad al aire libre, incluso cuando está nublado, los rayos ultravioletas estarán atravesando la atmósfera con más intensidad de lo normal, y tu piel lo va a sentir.
Tanta belleza junta hace que Nueva Zelanda sea la escenografía preferida por los directores de cine para la grabación de películas como “El señor de los anillos”, “El Hobbit”, “Crónicas de Narnia”, “King Kong”, entre otras.
Otro dato interesante es que no hay ni una sola central de energía nuclear desde 1984 en todo el país, razón por la cual se promueve la utilización de energías renovables en hogares y a gran escala.
7. ORIGENES QUE SUBSISTEN
Aotearoa (Nueva Zelanda en Maorí) significa “tierra de la gran nube blanca”, y es la manera en que llamaban a estas tierras las primeras tribus que las habitaron. Con una historia un poco cruel tras los antecedentes de “colonización británica” y un tratado que pareció ser engañoso para los maoríes, hoy Nueva Zelanda mantiene como idioma oficial tanto el inglés como el maorí.
El país tiene un sistema de gobierno democrático parlamentario, por un lado, liderado por un primer ministro; y por el otro, es una monarquía constitucional aún dependiente del Reino Unido, cuyo representante en Nueva Zelanda es un gobernador general que sólo cumplirá funciones simbólicas, ceremoniales y de protocolo correspondientes al reino, como jefe de estado. Lo mejor de esto, es que según lo que nos comentan los locales, los casos de corrupción son casi inexistentes. Wellington es la capital que se encuentra más al sur que cualquier otra del planeta, y aunque no es la ciudad con más población del país, dicen que es la más ventosa de todas.
La cultura Maorí mantiene sus raíces ricas en tradiciones, costumbres y creencias. Es muy común ver el saludo maorí o “Hongi”, que implica el choque de narices de una persona frente a otra como señal de respeto y entendimiento plasmado en un instante. Los kiwis realizan también el “Hangi” Maorí, una manera ancestral de cocinar carnes y verduras al vapor bajo tierra, por varias horas, para luego compartir en familia o en comunidad, siempre con una oración antes de comer para agradecer a los dioses por los alimentos. Cuando celebramos navidad con nuestra familia kiwi, pudimos vivir este ritual hermoso.
8. DIVERSIDAD CULTURAL
Debido a la poca población del país y la cantidad de puestos de trabajo disponibles, sobre todo en las industrias agrícolas, ganaderas, lácteas, y de la construcción; Nueva Zelanda tiene una gran fluyente inmigratoria proveniente de todo el mundo. La mayor corriente inmigratoria es asiática, y en general se concentra en las ciudades.
Hay muchos jóvenes en edad universitaria que vienen a estudiar al país, otros como yo – mayormente occidentales- que vienen con la Working Holiday visa, la cual te permite permanecer un año en el país haciendo trabajos temporales, y existen varias posibilidades para venir o permanecer con un trabajo profesional.
Nueva Zelanda es una tierra de oportunidades, pero sucede que muchos jóvenes kiwis en edad laboral activa deciden irse a otros países como Australia u otros destinos en Europa para tener una “Overseas Experience”, y así sigue restando el número en fuerza laboral para cubrir las posiciones vacantes.
Lo mejor detrás de la multiculturalidad es la variedad de comidas disponibles, las costumbres que vienen cruzando fronteras, y la práctica de distintas religiones.
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9. PERFECTA PARA LOS AMANTES DE LOS ROAD TRIPS
¿Quién no soñó con vivir en una caravan por un tiempo? Estas islas son perfectas para recorrerlas manejando sus rutas con buena música de fondo, siempre manejando por la izquierda.
Los locales adoran ir de camping, muchos prefieren incluso tener casas no muy lujosas, pero sí una buena casa rodante para irse con familia o amigos de vacaciones o viajar a algún lugar durante el fin de semana. Muchos kiwis esperan retirarse para comprarse una caravan y vivir de viaje recorriendo su país. Es muy común ver remates de autos, vans, o caravans los fines de semana.
El país está colmado de campings gratuitos, low-cost, y algunos otros con lujos como piscinas, hot springs, spa, entre otros. Existen aplicaciones como Wikicamps o Campermate donde podés buscar todos estos puntos.
Recorrer Nueva Zelanda en auto es una opción super elegida por los mochileros, es muy fácil comprar uno si te venís por un tiempo largo, y sino siempre está la opción de alquilar. No te olvides traducir al inglés tu carnet de conducir local o tramitar la licencia internacional. Siempre está la opción de adaptar y equipar tu auto por unos pocos dólares para poder dormir adentro y llevar tu casa a todas partes.
10. VIAJAR BARATO ES UNA ELECCIÓN
Nueva Zelanda es un país caro en general, incluso hay cosas en el supermercado que me resultan más caras que en Australia, sobretodo en cuanto a frutas y verduras. Pero a no desanimarse, si el presupuesto es acotado, siempre está la opción de adaptarse y hacer elecciones para ahorrar.
Las grandes ciudades, como en todos lados, son siempre más caras: tanto alojamiento, transporte, y comida pueden duplicar su valor comparando los costos con pueblos más chicos. Además, nada mejor que vivir en un lugar no muy poblado para estar más cerca de los locales y de la naturaleza.
Optá por cocinar tu propia comida, comer afuera puede costarte entre 9 a 15 NZD de promedio. Si estás haciendo un road trip, buscá los lugares para acampar gratis, utilizá Airbnb o Couchsurfing para abaratar costos. También podés revisar las pizarras de los supermercados donde generalmente hay opciones de alojamiento baratas.
Evitá viajar cuando todos viajan, como en épocas navideñas, en año nuevo y cualquier fin de semana largo. Los precios de alojamiento, entretenimiento y nafta siempre aumentan.
Animate y visitá Nueva Zelanda, siempre es el momento. El país tiene muchas opciones para recorrerlo. Solo, con amigos, con familia, en pareja. La naturaleza en su máxima expresión te espera acá.