10 preguntas que surgen antes de viajar (y la respuesta de una viajera)

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Redactor
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Se acerca el próximo viaje y comienzan a asomarse miedos, dudas y suposiciones del futuro. Las respuestas a estas se van encontrando en el camino, pero responderlas no es tarea fácil.

Aquí, compilo algunas de las preguntas que me hago y me hacen cuando un viaje largo es inminente, con la respuesta que ha sido clave para mí:

Pasan cosas, miro la TV y dudo… ¿es peligroso?

Podría decirse, de la manera más fatalista posible, que es incluso peligroso estar vivo. En cualquier momento podría sucedernos algo que nos cambia el destino, y no estamos exentos de obstáculos e inconvenientes. Pero, ¿eso es una razón para no vivir?

Así como la vida diaria son los viajes. En tu casa, en la esquina, o en el fin del mundo puede sucederte exactamente lo mismo. Es cuestión de estar alerta y mantener la sensatez a flor de piel.

¿Y si no tengo con quién ir?

Muchas personas tanto hombre como mujeres, no pierden el tiempo en buscar compañía y viajan por el mundo. Si te quedas esperando a que otra persona tenga exactamente el mismo sueño tuyo, lo más seguro es que te quedes en casa, viendo como este anhelo se va desvaneciendo.

Además, viajar totalmente solo es una utopía. En el camino siempre vas a encontrar amigos que se convertirán en tu familia viajera, o compañeros temporales que te ayudarán en el momento que lo necesites. Te sorprenderá saber, cuantos viajeros hay en el mundo.

Ok ¿y de dónde sale el dinero?

Si tu sueño es viajar, tendrás que sacrificar algunas cosas comunes en las que sin darte cuenta, te estás gastando el dinero para el tiquete de tu siguiente viaje. Por ejemplo: salir de fiesta cada fin de semana, comprar objetos y accesorios innecesarios, tomar taxis en cambio de la bici, comer en restaurantes y no en casa, o pagar una renta de un lugar mucho más grande del que necesitas.

Haz un presupuesto mensual, y borra todo aquello de lo que puedas prescindir. Vas a ver que con ese dinero ahorrado en tu alcancía, podrás hacer mucho más de lo que imaginas.

¿Hay chances de hacer plata viajando?

Existen muchas formas de hacer el dinero en el camino, aquí te doy algunos ejemplos: Trabajar durante la temporada alta en el lugar donde estés, hacer voluntariados, vender comida, obtener visas de trabajo como la Work and Holiday, vender artesanías o tus producciones artísticas, hacer música, malabares o teatro callejero… y la lista continúa. Todo depende de tus habilidades y tu creatividad.

¿Qué pasa si me enfermo…?

Por lo general siempre va a haber alguien que querrá ayudarte, en especial los viajeros que te encuentres. Pero si las cosas se ponen color de hormiga, y aquello que te sucede va más allá de una simple gripa o una indigestión, ten siempre como respaldo una tarjeta de asistencia al viajero para que los días en el hospital o los procedimientos que necesites, no te cuesten sumas millonarias y puedas viajar con tranquilidad.

¿Y si me roban?

Podrían robarte en cualquier país del mundo, incluso en el bus que tomas para ir del trabajo a tu casa, pero no conviertas esta pregunta en un impedimento. A veces es posible evitar este tipo de situaciones con la suficiente prevención y sensatez, sin embargo, algunas veces es algo inevitable, por lo que la mejor opción es tener un plan B en caso de que suceda. El mío consiste en llevar una reserva de dinero, ya sea en una tarjeta débito o escondida en un lugar diferente a dónde tengo el resto de mis pertenencias. Asimismo, tengo un backup de toda mi información de mis dispositivos para que un robo no se convierta en una pérdida de mi trabajo y mi esfuerzo.

En adelante, recuerda que todas las situaciones en la vida son superables con una buena actitud, y que lo material es pasajero.

¿Qué hago con las cosas que tengo aquí…?

Desapego. Esa es la palabra clave para tener la libertad que buscas. Vive el presente, ubícate en este instante de la vida y sigue tu corazón. Si tu sueño hoy es viajar, no importa lo que hicisteantes ni lo que harás después, cada cosa fue hecha en su justo lugar y en su justo momento, y todo lo que aprendiste te servirá para continuar tu camino, y caminando seguirás aprendiendo.

¿Cuándo es el mejor momento..?

No esperes a que cada detalle que tu imaginaste que debía estar perfecto o cerrado antes de viajar, quede así, ya que correrás la fecha del viaje una y otra vez, pues todo el tiempo surgen nuevas preguntas y nuevas cosas por hacer. Lo mejor es poner una fecha, la que más se acomode a tus planes, y a pesar de que creas que aún no falta algo, vete de viaje, el resto encontrará como fluir en el camino.

¿Qué llevo?  / ¿Qué dejo?

Sólo lo necesario, ni una cosa más. Los “por si acaso”, esos déjalos mejor en casa porque sólo te van a estorbar, y recuerda que no necesitas mil cosas para ser feliz, ni para vivir.

¿Cuándo regreso? (regreso…?)

De eso se trata la libertad, no es solamente salir y dejar todo atrás, desapegarse de lo material y de las personas, sino también tomar las decisiones que creas convenientes para ti en el momento necesario, sin dejarte llevar por aquello que piensen de ti, o por promesas que hayas hecho de llegar a un lugar o a otro. Si te late vivir viajando, no dudes en buscar la manera de hacerlo, si te cansas, no tengas vergüenza en regresar cuando tu corazón lo diga.

Ahora, a viajar. El camino te irá dando las respuestas y verás como todo fluye. Eso es lo hermoso del camino.

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