Durante miles de años, los antiguos egipcios utilizaron la vasta necrópolis de Saqqara para enterrar a sus muertos. Además de albergar innumerables tesoros en sus elaboradas tumbas, el lugar de enterramiento cuenta con la pirámide escalonada de Djoser, una estructura colosal quizás mejor conocida como la primera pirámide de la región.
Esta semana, el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto anunció la última maravilla arqueológica que surgió en la antigua necrópolis: un escondite de al menos 13 ataúdes sellados de aproximadamente 2.500 años de antigüedad.
Los investigadores descubrieron el pozo de entierro de 10 metros de profundidad en el que los ataúdes de madera habían descansado sin ser molestados durante milenios durante las excavaciones en curso en el sitio de Saqqara. Las autoridades sospechan que los contenedores, algunos de los cuales todavía tienen marcas pintadas, han permanecido sellados desde su entierro, informa Michelle Starr para Science Alert.
Como señala Amanda Kooser para CNET, las tumbas egipcias en Saqqara han sido objeto de saqueos y excavaciones no autorizadas a lo largo de los años, un hecho que hace que este hallazgo bien conservado sea aún más notable.
La presencia de tres nichos sellados dentro del pozo del entierro sugiere que hay más descubrimientos, y quizás más ataúdes, al acecho, dice el ministro Khaled El-Enany en un comunicado.
En noviembre pasado, un equipo de arqueólogos en Saqqara desenterró raros cachorros de león momificados, así como gatos momificados y estatuas de bronce y madera. Y este mes de mayo, Andrew Curry de National Geographic presentó imágenes nunca antes vistas de un vasto y sofisticado taller de momias debajo de la necrópolis.
Por ahora, las identidades de los enterrados en los ataúdes recién descubiertos siguen sin conocerse. Pero como explicó Sarah Cascone para artnet News en mayo, los antiguos egipcios a menudo enterraban a personas adineradas, cuyos elaborados adornos funerarios incluían elementos como sarcófagos de piedra caliza y máscaras faciales de plata u oro, en las profundidades más bajas, que se pensaba que estaban más cerca del inframundo. Aquellos con menos recursos fueron enterrados en ataúdes de madera colocados en los niveles superiores de las tumbas o simplemente envueltos en lino y enterrados en pozos de arena.
El hallazgo representa la mayor cantidad de ataúdes descubiertos en un solo entierro desde octubre pasado, cuando las autoridades descubrieron un tesoro de 30 ataúdes en la necrópolis de Al-Asasif en la Ribera Occidental de Luxor, según el comunicado. Las autoridades consideraron que la colección de ataúdes es el mayor escondite de su tipo en más de 100 años, según Reuters.
En el comunicado, los funcionarios señalaron que en las próximas semanas se revelarán más detalles sobre el hallazgo de Saqqara.
El-Enany, por su parte, dijo en Twitter que el descubrimiento evocaba “una sensación indescriptible”.