Mucha emoción: Corrientes vuelve a rugir gracias a la reintroducción de 5 yaguaretés en el Parque Nacional Iberá.
El yaguareté se extinguió en la provincia hace más de 70 años y está en peligro crítico de extinción en todo el país. Ahora, regresa a los Esteros del Iberá gracias a un largo proceso de trabajo de 7 años liderado por CLT Argentina, en conjunto con el gobierno provincial y autoridades nacionales.
El fin de semana pasado, en el contexto del Día Mundial del Yaguareté, cinco ejemplares de esta especie fueron liberados en los Esteros del Iberá, en Corrientes.
Sin embargo, la libertad de los yaguaretés no se concretará de la tarde a la mañana. Será de forma progresiva durante un año: hoy, todos los yaguaretés con los que se están trabajando, poseen habilidades de caza y viven en corrales de 1,5 hectáreas, sin contacto directo con humanos.
Los animales son monitoreados con cámaras de videovigilancia operadas desde un centro de control ubicado a 4km de distancia, y el ingreso de las presas vivas se realiza por dispositivos especiales para que los yaguaretés no perciban el momento de ingreso.
Todo eso permite conservar sus instintos naturales antes de la liberación, sin la influencia e impresión de los seres humanos.
El Parque Nacional Iberá, creado en diciembre 2018 sobre 150.000 hectáreas de tierras donadas por CLT Argentina y las otras 550.000 declaradas Parque Provincial, representan hoy el hábitat mejor protegido para el yaguareté.
La historia de los cinco yaguaretés
Juruna y Mariua son hermanos yaguareté de origen silvestre, procedentes de Brasil que perdieron a su madre en las manos de cazadores furtivos. Brasil decidió donarlos a la Argentina para evitar la extinción de la especie en nuestro país.
Lo mismo ocurrió con Jatobazinho, un macho de origen silvestre que apareció en septiembre por el norte de Corumbá, Brasil, con signos de deshidratación y desnutrición. Tras su recuperación en manos de la organización Onçafari, el ejemplar fue trasladado a la Argentina para incorporarse al plantel de yaguaretés en Iberá.
En cambio, Arami y Mbarete («Cielito» y «Fuerza», en guaraní) son los primeros yaguaretés nacidos en el Centro de Reintroducción a partir de ejemplares cautivos provenientes de Argentina y Paraguay.
Una especie en alerta máxima
En la Argentina, la situación del Yaguareté es dramática: cuenta con la máxima categoría de protección para una especie y a pesar de los programas de conservación y leyes de protección, la Argentina es el país donde la distribución del felino ha experimentado la «retracción más extrema».
En la zona del Gran Chaco Argentino, La zona más afectada es la del Gran Chaco Argentino, «quedan menos de 20» ejemplares, de acuerdo a los estudios realizados por Greenpeace. A lo largo de los años, la caza ha sido el principal culpable de esta realidad del yaguareté.
Recordemos que el yaguareté fue declarado «Monumento Natural Nacional» en el año 2001 y también es «Monumento Natural Provincial» en varias provincias del Norte del país.