Hace poco se viralizó la imagen de un hombre y un pingüino, tras circular la noticia de que se habían hecho amigos desde que el hombre lo salvó de morir empetrolado.
Hay muchas historias de amistad entre personas y animales, desde el famoso león Christian hasta un sin fin de pequeñas cosas que suceden día a día en distintos lugares del mundo.
Repasemos algunas de ellas:
La Urraca & la familia Bloom
En Australia, una familia que encontró una Urraca herida (se había caído de un árbol) decidió adoptarla para poder darle los cuidados necesarios y así salvarle la vida.
Con el correr de los días, el pequeño animal sanó. Lo curioso fue que en vez de desaparecer en el horizonte, como lo haría cualquier otro animal silvestre, el ave decidió quedarse a vivir con su nueva familia, desarrollando un vínculo lleno de amor y amistad.
Penguin – así la llamaron- participa en las tareas cotidianas de la familia: comer con los niños, jugar a la pelota, acompañarlos por las mañanas al colegio, y por qué no, ayudarlos a lavarse los dientes!
El Zorro Cropper
Una ONG protectora de animales en Reino Unido encontró a un zorro gravemente herido en la carretera. Tal era su estado que la solución era sacrificarlo o darlo en adopción a alguien que estuviera dispuesto a cuidarlo de forma intensiva.
Un ingeniero de la zona decidió hacerse cargo del animal, ya que al estar retirado podía tener tiempo suficiente como para cuidarlo.
Poco a poco, el zorro fue convirtiéndose en un integrante más de su familia, compartiendo el espacio con otros perros y gatos, pero sobretodo, disfrutando de la amistad con su dueño, con quien estableció una memorable relación afectiva:
Christophe y El Toro Bravo
Christophe, un joven francés, decidió comprar un toro tras ser notificado que el animal había sido elegido para ser toreado en Barcelona.
Afortunadamente, el toro fue salvado de vivir subyugado ante semejante crueldad, pero por otro lado, el joven Francés se ganó un gran amigo, a quien considera más fiel que un perro.
El pequeño elefante
Un elefante bebé fue rescatado de ser ahogado en un río, tras ser arrastrado por la corriente y quedar expuesto a una muerte inminente.
Acto seguido, fue llevado a un refugio de animales, donde recibió los cuidados necesarios de mano de Roxi Danckwerts (su cuidadora).
Moyoque – como nombraron al animal- quedó enamorado de Roxi, con quien se fue a vivir durante un tiempo hasta que estuvo en condiciones de ser restablecido a su hábitat natural.
Roxi quedó sorprendida al notar que el elefantito la seguía en cada tarea que hacía, sentándose a su lado incluso a mirar TV!
Un cerdito muy inteligente
Jo Ann Altsman fue de vacaciones con su cerdo mascota a los bosques de Presque Isla, en Pensilvania. Ambos eran grandes amigos, desde que Jo adoptó a Lulu cuando éste era pequeño.
En una de las caminatas, Jo sufrió una descompensación que lo dejó totalmente reducido.
Lulu, al darse cuenta de que algo no andaba bien, decidió ayudar a su dueño: se acercó a la carretera y se echó al suelo a esperar a que alguien se detenga.
Algunos vehículos lo hicieron, pero al levantarse y dirigirse hacia el bosque, no lo siguieron.
El cerdito, astuto, repitió la operación varias veces, hasta que un automovilista lo siguió y encontró a Jo en situación crítica. De forma inmediata pidió ayuda y el hombre fue socorrido por un grupo de médicos, quien luego de asistirlo afirmó que se había tratado de un ataque al corazón, y que de no haber sido atendido a tiempo sus chances de sobrevivir no hubieran sido las mismas.
John & Schoep
Esta historia se viralizó cuando la fotógrafa Hannah Stonehouse Hudson, posteó la imagen de un hombre bañando a su perro en las templadas aguas del Lake Superior (USA).
John sumergía a su perro (Schoep) para combatir los continuos dolores que éste tenía producto de padecer una severa artritis, y la temperatura del agua en esa época del año era adecuada para atenuar el dolor.
Lo curioso es que cuando entrevistaron al hombre, contó que eso era lo mínimo que podía hacer por su fiel amigo, quien lo había salvado de un inminente suicidio años atrás, cuando John había caído en una profunda depresión tras romper con su novia, y el amor del can lo hizo cambiar de opinión.
