Si Justin y Margaret Mussel no te hacen creer en el destino no estoy segura de qué lo hará…
Justin y Margaret Mussel, una pareja de New Jersey, se casaron en 2006 – poco después de que Justin propuso a Margaret con un precioso diamante de corte de 1,1 quilates que coronaba una banda de oro blanco-.
Después de su boda, la pareja voló a Italia para unas vacaciones románticas. Pero el viaje se convirtió en una pesadilla cuando el anillo de Margaret se deslizó de su dedo.
«Más temprano ese día, habíamos visitado Pompeya y hacía calor extremo. El anillo de mi esposa estaba suelto, pero no se dio cuenta de que se le había salido, hasta más tarde. Ella tomó una siesta, y cuando se despertó y se dio cuenta de que no lo tenía.»
La pareja revisó a fondo su habitación, pero no encontraron por ningún lado el anillo.
«Me sentí terrible. Sabía que debía habérmelo quitado porque era un poco más grande. Me sentí realmente mal por haber podido evitar que se me cayera», dijo Margaret.
Para empeorar las cosas, la pareja explicó que creían que el anillo estaba cubierto por el seguro de su inquilino, pero debido a que el anillo se había perdido en suelo extranjero no podían presentar el reclamo. Tomó algunos años, pero eventualmente Justin compró a su esposa un nuevo anillo y se olvidaron de lo sucedido.
Hasta que hicieron otro viaje a Italia…
Nueve años después de que el anillo se perdió, la pareja – que ahora tiene dos hijos – viajó a Italia en unas vacaciones familiares. Se quedaron en el mismo hogar en el que Justin y Margaret se hospedaron durante sus viajes anteriores. Allí, Justin vio algo que brillaba en el pavimento.
«Yo le decía a Margarita: «¿Ves eso?». Veía algo brilloso en la acera», dijo Justin.
Justin agarró un destornillador y comenzó a cavar. Después de varios minutos desenterraron el tesoro: ¡el anillo de compromiso perdido!
«Cuando cayó debió de haber rebotado en la grieta con la piedra hacia abajo. Estaba cubierto de tierra, pero una parte de la piedra se lograba ver», explicó Justin.
Después de encontrar el anillo, Margaret rápidamente se lo puso y no se lo ha quitado desde entonces.
«La banda está un poco arruinada, pero no demasiado mal. El diamante se ve bien. Si lo ves, no pensarías que estuvo en una grieta durante nueve años. «
