Tras casi tres meses de aislamiento, Italia reabrió hoy sus fronteras internas y al turismo europeo, en uno de los últimos pasos de la flexibilización de las medidas restrictivas dispuestas por el gobierno para frenar la propagación del coronavirus.
Con control de temperaturas obligatorio para subir a los trenes y la obligatoriedad de uso de barbijo y guantes dentro de los vagones, pasajeros de toda Italia empezaron a viajar luego de casi tres meses de prohibición de desplazamientos entre las 19 regiones y las dos provincias autónomas del país.
Según el decreto de la ministra de Transporte, Paola De Micheli, no se permitirá el acceso a los trenes a los pasajeros con más de 37.5 grados de temperatura.
Además, el país reabrió sus fronteras a los europeos, para tratar de reactivar el sector del turismo, vital para su economía e intentar salvar la temporada del verano.
El país empezó además a aceptar desde hoy la llegada de turistas desde la Unión Europea y Reino Unido sin necesidad de hacer la cuarentena de 14 días vigente hasta ayer.
A nivel nacional, si bien no es obligatoria, desde ayer está disponible la aplicación Immuni, que permitirá marcar la trazabilidad de contactos para alertar a quien la instale si estuvo en contacto con personas positivas de la Covid-19.
La habilitación de los desplazamientos dentro del país tiene lugar tras varios cruces entre los gobernadores de todo el país por la diferencia que persiste entre la gran cantidad de casos en el norte y el sur.
Ya se reanudaron los vuelos internacionales en al menos tres ciudades importantes: Roma, Milán y Nápoles.
Recordemos que desde este lunes, el Coliseo de Roma y los Museos del Vaticano ya reciben de nuevo a los visitantes, pero se mantienen las prohibiciones de grandes congregaciones y la obligación de llevar tapabocas en los lugares cerrados.
Por otro lado, la confederación de comercio italiana reveló que más del 80% de los comercios del país ya reabrió sus puertas, en cumplimiento de las medidas de distanciamiento y de higiene decretadas por el gobierno.
De la misma manera, el Duomo de Florencia también abrió sus puertas hace algunos días, aunque ahora sólo se permiten 200 visitantes por día, los cuales usarán cordones con dispositivos electrónicos que vibrarán cuando estén demasiado cerca de los demás.