El ‘Arca de Madryn’: de las historias más curiosas que encontrarás en Argentina y con el correr de los párrafos te contaré por qué.
Puerto Madryn es una ciudad situada en la costa de la zona norte de la Patagonia argentina. Allí se destacan sus playas de arena y su paseo costero con vistas hacia la bahía del Golfo Nuevo, donde año a año las ballenas francas australes se reproducen de mayo a diciembre.
Curiosamente, es conocida como la «Capital del Buceo» en Argentina. Existen numerosas opciones y atractivos que permiten dar cuenta de lugares ideales para la práctica de este deporte.
Gracias a las aguas calmas, transparentes y su variada fauna, dichos sitios se caracterizan como accesibles desde la costa o a través de excursiones guiadas. La mejor recomendación si es tu primera vez en este lugar, es que te decidas por la compañía de instructores expertos, quienes brindarán el equipamiento necesario y los conocimientos básicos para bucear.
Pero bien, como te comentaba inicialmente, fiel a su apodo como ‘Capital del Buceo’, cuenta con numerosos espacios destinados a este deporte. Dos de sus más atractivas y curiosas propuestas comprenden el buceo embarcado al naufragio Albatros y el ‘Arca de Madryn’.
En cuanto al naufragio, se trata de un buque pesquero de unos 30 metros de eslora que fue hundido en septiembre del año 1998 con el fin de crear y habilitar un nuevo espacio para la práctica de este deporte acuático.
Por su parte, el ‘Arca de Madryn‘ comprende un cofre que fue puesto a unos 30 metros de profundidad el 30 de diciembre de 1999. A continuación, te mostramos algunas imágenes de aquel operativo, tomadas por el reportero gráfico argentino Daniel Feldman:
Un dato sorprendente acerca del Arca de Madryn es que no sólo ha sido utilizado como sitio de atracción para buceadores, sino que cumple con un propósito aún más ambicioso: contiene los mensajes que la comunidad madrynense -como se identifican los residentes de Puerto Madryn- escribió para la generación del año 2100. Es decir, fue hundido con la promesa de que para el año 2100 se volvería a sacar a la superficie para su apertura en manos de nuevos habitantes del lugar .
Según han indicado los locales, junto con el cofre los buceadores encontrarán un libro plástico para firmar la visita a modo de recuerdo. Además, los buzos pueden dejar su testimonio en una caja para el próximo que descienda y repita el rito.
Debo confesar que la iniciativa del Arca de Madryn me parece por demás encantadora. Lo importante del paso de las generaciones siempre es ir dejando huella o aprendizajes para quienes vengan después. Muero de curiosidad por saber qué habrá escrito en los mensajes, y sobre todo saber cómo será la vida en el año 2100… ¿Quiénes recibirán esos mensajes? ¿Qué harán con ellos?