Esta historia no es uno de esos mitos urbanos que nadie puede constatar porque no se tiene evidencia de lo que sucede. No, este es un caso real y aunque parece salido de una película de terror, hay pruebas de todo lo obscuro que allí ha sucedido.
Supongamos que estás preparando tus vacaciones por la Costa Oeste de los Estados Unidos y encuentras una tarifa muy económica en un hotel de Los Ángeles. Te dejas seducir por su buen precio, reservas y te vas. Al llegar, podrías llevarte una sorpresa al enterarte de su pasado. Ahora, te atreverías a hacerlo después de leer esta historia?
El Cecil Hotel queda en el centro de Los Ángeles, tiene una calificación de 3 sobre 5 en Trip Advisor y aunque actualmente está cerrado por remodelaciones, hasta hace poco tiempo cualquiera de nosotros podía ir y hospedarse por un par de noches.
El hotel fue construido en el año 1924 y fue pensado como una joya en el centro de la ciudad de Los Ángeles para atraer turistas y viajeros de negocios. Pero pocos años después, el país entro en La Gran Depresión y esa zona de la ciudad se convirtió en refugio de mendigos y prostitutas.
Así, desde sus inicios el hotel estuvo marcado por una especie destino desafortunado, del cual nunca pudo salir. Y aunque ha pasado por manos de varios dueños que han intentado renovarlo y darle un nuevo aire, la verdad es que las tragedias siempre vuelven a ocurrir. En 2011 el hotel pasó de llamarse “Cecil Hotel” a ser el renovado “Stay on Main”, pero como veremos, la tragedia lo siguió ensombreciendo.
Algunos de los casos más conocidos son estos:
El más reciente: La extraña muerte de Elisa Lam en 2013
Tal vez algunos ya hayan visto este video rondando en internet porque se volvió viral debido a las extrañas e inquietantes circunstancias que muestra. Se trata de un fragmento captado por una cámara de seguridad adentro de un ascensor al que ingresa Elisa Lam, una estudiante canadiense de 21 años que se comporta de manera bastante inexplicable. Para los que nunca lo vieron, acá está:
Elisa Lam llegó a Los Ángeles desde el 26 de enero y se estuvo hospedando en el Cecil Hotel. Aunque tenía contacto permanente con su familia, no volvieron a tener noticias de ella desde el 31 de enero, por lo que decidieron dar aviso a la policía.
Inmediatamente comenzaron la investigación y búsqueda de Elisa y aunque no podían localizarla en ningún lado, descubrieron el inquietante video de la cámara de seguridad, que registró a Lam el 31 de enero, la última vez que fue vista con vida.
El 19 de febrero, después de que varios huéspedes se quejaran de poca presión, un olor raro y color negro en el agua que llegaba a las habitaciones, el personal de mantenimiento abrió los tanques de la terraza, descubriendo algo espeluznante: el cuerpo de Elisa Lam.
¿Qué le pasó a Elisa Lam? Los estudios forenses indicaron simplemente que no había drogas en el sistema de Lam, y que su muerte fue accidental por ahogamiento.
Pero hay preguntas que quedaron sin respuesta. En primer lugar, cómo pudo llegar a la terraza? Las puertas y las escaleras que acceden al techo del hotel estaban cerradas y aseguradas, y sólo el personal tenía las llaves y códigos de acceso. Además tenían un sistema de seguridad que si intentaban forzarlas se habría disparado una alarma.
Aparte de la cuestión de cómo llegó a la terraza, tampoco se resuelve cómo pudo haber entrado en el tanque por sí misma, ya que tienen una altura de 2,4 metros y están apoyados sobre bloques de hormigón que los hacen aún más altos, de modo que los trabajadores del hotel tenían que usar una escalera para poder mirar el agua.
Las teorías son muchas y cada quien sacó su propia conclusión. Se habló desde fenómenos paranormales hasta problemas de depresión y malas combinaciones de medicamentos psiquiátricos. Pero en lo que sí coincidimos todos es que este hecho entra a oscurecer mucho más la imagen del hotel, cuyo historial de terror es de vieja data.
Casa de asesinos seriales:
A mediados de los años 80 se conoció el caso de Richard Ramirez, conocido como ”The Night Stalker». Vivía en el Hotel Cecil pagando USD 14 por noche y se dio a conocer por torturar y matar a 13 mujeres en diferentes zonas de Los Ángeles. El confeso asesino ingresaba a las casas de sus víctimas vestido todo de negro, acostumbraba dibujar pentagramas con lápiz de labios en las paredes y nunca mostró ninguna señal de arrepentimiento por sus crímenes.
En los 90 vivió en el Cecil Jack Unterweger, un asesino de prostitutas. Unterweger aparentemente eligió el Cecil específicamente por su proximidad a 7th Street, una famosa zona roja de Los Ángeles por esos años. Se cuenta que las invitaba a subir por la escalera de incendios del hotel hasta su habitación. Después, sus víctimas aparecían estranguladas.
Otros casos más antiguos:
– El 19 de noviembre de 1931, Los Angeles Times informó que la búsqueda de un hombre de 46 años de edad, llamado W.K Norton había terminado. Se había registrado en el Cecil con un nombre falso una semana antes y, una vez en su habitación, había tomado una serie de cápsulas de veneno. Este es el caso de suicidio más antiguo en el hotel.
– En marzo de 1937, se informó que Grace E. Magro había caído de una ventana del noveno piso. La policía no estaba segura de si se trataba de un accidente o suicidio, y su caída había sido amortiguada por el cableado telefónico en el que quedó enredado y colgando. La Sra. Magro murió más tarde en el hospital.
– En enero de 1938, Roy Thompson, un bombero de 35 años de edad, saltó al vacío desde la planta superior del hotel. Había estado registrado en el Cecil varias semanas y su cuerpo fue encontrado en la claraboya de un edificio del lado.
– En septiembre de 1944, Dorothy Jean Purcell, de 19 años, al parecer no sabía que estaba embarazada. A la madrugada se despertó con un fuerte dolor de estómago y cuando fue al baño dio a luz a su bebé. Pero creyendo que niño estaba muerto, lo arrojó desde una ventana y el pequeño cuerpo fue encontrado más tarde en el techo de un edificio adyacente. La mujer fue acusada de homicidio porque su historia resultaba muy inverosímil, pero años más tarde fue declarada inocente, alegando razones de locura.
– El 12 de octubre de 1962, Pauline Otton, de 27 años, había estado discutiendo con su esposo Dewey en una habitación en el noveno piso cuando éste decidió que había tenido suficiente y salió a cenar solo. En su ausencia, ella saltó por la ventana, cayendo sobre un peatón de 65 años, quien también murió instantáneamente.
Como ves, el Cecil hotel tiene bien ganada su reputación de ser un lugar con un ambiente lúgubre del que muchos deciden irse tras pasar allí su primera noche de alojamiento y conocer su fatídica historia. otros deciden quedarse y experimentar la adrenalina de lo extraño y misterioso.
¿Tú te quedarías?
Un comentario
mueve muy raro sus manos que habra pasado como si estuviera asutada o escondiendose de alguien que feo