Hace muy poco The Guardian publicó una nota sobre el interesante estilo de vida que lleva esta persona nacida en Japón.
Fumio Sasaki tiene 35 años, es soltero y nunca estuvo casado. Es editor (en una editorial) y hace poco se mudó de barrio, a uno donde los alquileres son más baratos.
Cuenta que hasta antes de este nuevo cambio, le hubiese dado vergüenza admitir su soltería, ya que era dueño de un orgullo inútil. Sin embargo hoy es perfectamente feliz.
¿El por qué? Se libró de la mayoría de sus posesiones materiales.
El minimalismo es un estilo de vida en el que hay que reducir las posesiones al mínimo posible. Vivir con lo esencial sólo no sólo proporciona beneficios superficiales como el placer de una habitación ordenada o la simple facilidad de limpieza, sino también que lleva a un cambio más fundamental. A él le ha dado la oportunidad de pensar en lo que realmente significa ser feliz.
Algunos creen que cuanto más tenemos, más felices somos. Nunca se sabe lo que puede traer el mañana, así que recolectamos y ahorramos todo lo que podemos. Esto significa que necesitamos mucho dinero, así que gradualmente se empieza a juzgar a las personas por la cantidad de dinero que tienen. Y nos convencemos de que se necesita hacer un montón de dinero para que no se pierda el éxito.
Fumio cuenta que por eso se despidió de muchas cosas, muchas de las cuales había tenido durante años. Y sin embargo ahora vive cada día con un espíritu más feliz. Se siente más contento ahora que nunca.
«No siempre fui minimalista. Yo solía comprar muchas cosas, creyendo que todas esas posesiones aumentarían mi autoestima y llevarían a una vida más feliz. Me encantó coleccionar un montón de cosas inútiles, y no podía tirar nada. Pensaba que eso me hacía una persona interesante.
Al mismo tiempo, sin embargo, siempre me comparaba con otras personas que tenían más o mejores cosas, que a menudo me hacía miserable. No podía concentrarme en nada, y siempre estaba perdiendo el tiempo.
Puede sonar como si estuviera exagerando cuando digo que comencé a ser una nueva persona. Alguien me dijo: «Todo lo que hiciste es tirar cosas», lo cual es cierto. Pero al tener menos cosas alrededor, he empezado a sentirme más feliz cada día. Estoy empezando lentamente a entender lo que es la felicidad.»
Tal vez sería bueno poner en práctica, aunque sea en cierto grado, este modo de vida y ocuparnos de los pequeños detalles que hacen a lo lindo de cada día.