Como si fuese un lugar que se ve de «casualidad», despierta la curiosidad de aquellos viajeros que miran por la ventanilla de los autos durante todo el viaje. La Abadía de Montecassino genera esa necesidad de «ir a ver qué hay» por parte de quienes recorren las rutas entre Nápoles y Roma, al sur de Italia.
La Abadía de Montecassino es un lugar en altura que llama la atención de todo quien transita por la ruta. Un camino silencioso, sinuoso y sin mucha cartelería, invita a aquellos intrépidos a descubrir el lugar de silencio y atardeceres de ensueño.
No te pierdas este post donde te contaremos dónde se encuentra este tranquilo lugar, cómo llegar y todo lo que debes hacer para visitar, Montecassino, de la mejor manera.
El lugar que lo vio todo
La Abadía de Montecassino fue fundada por San Benito, inculcando la religión católica por sobre lo que era un antiguo templo dedicado a Apolo, en el año 529 d.c, lo que hace que sea uno de los monasterios más antiguos de Europa. Años mas tarde, fue destruida y reconstruida en diversas oportunidades, a causa de peleas y desastres naturales, siempre tratando de mantener «lo que supo ser» agregándole obras de arte, manuscritos, oro y mosaicos.
Su peor momento lo vivió durante la II Guerra Mundial cuando fue bombardeado por los aliados, creyendo, erróneamente, que era el lugar elegido como refugio por los rivales. Sin embargo, dicho monasterio había sido el lugar donde se escondían pacíficamente los civiles, generando una masacre prácticamente inigualable, donde, en el espacio de tres horas, perdieron la vida más de 50 mil civiles y dejando el lugar prácticamente en ruinas.
El monasterio fue nuevamente reconstruido, siempre siguiendo la base del antiguo modelo para que hoy en día, demuestre ser un símbolo del renacer.
Llegada a la Abadía de Montecassino
Una vez llegada a la entrada de Montecassino, la tranquilidad del lugar y la ausencia de turistas hacen que el «desvío» haya valido la pena. Dentro de la Abadía se puede visitar la iglesia, su cripta y vistas panorámicas al cementerio polaco, de quienes perdieron su vida en 1944, y a la montaña arbolada que acompaña el paisaje.
- La Basílica Catedral: es una reconstrucción durante el año 1627 ya que fue completamente destruida durante los atentados y desastres naturales.
- El patio: es de estilo renacentista realizado en el año 1595 invita a que los visitantes lo recorran tranquilos y con el debido respeto que el lugar se merece.
Los monjes, por su lado, caminan tranquilos alrededor de toda la abadía, sin ser molestados por ningún turista que simplemente caminan y observan el arte que no pudo ser destruido, los vestigios de una abadía golpeada pero reconstruida desde sus cimientos.
Para los más curiosos: Museo de la Abadía de Montecassino
Como la entrada a un castillo medieval del Siglo II el museo invita a los viajeros que siempre quieren saber más. Dentro del museo se pueden observar mosaicos, oro y monedas de la época medieval.
El monasterio era un lugar de educación, donde se copiaban libros y se enseñaba religión, historia y arte. Dentro del museo se destacan manuscritos de monjes del Siglo IV, encuadernaciones de libros y códices, todos conservados en su perfección.
Seguramente te preguntarás, cómo es que todo se conservó luego de tantas destrucciones? Como previendo lo que podía llegar a suceder, los monjes habitantes durante la II Guerra Mundial decidieron mandar las colecciones al Vaticano para resguardarlas de lo que pudiese pasar en el monasterio.
Dato importante: el museo, a diferencia de la Abadía, es de pago (5 euros), con descuento a familiares y grupos.
Lo mejor: los atardeceres
Además de la importancia histórica y religiosa del lugar, lo mejor, dicho por viajeros ya experimentados, es caminar alrededor de la abadía y visualizar cómo cae el sol teniendo uno de los mejores y más espectaculares atardeceres que pueden verse. Como si estuviese todo planeado (que probablemente lo esté), el sol cae casi de manera perfecta y genera esa sensación que solo la naturaleza causa en los hombres.
Tip viajero: lo mejor es llegar a la abadía con el tiempo suficiente como para recorrerla y luego sentarse a esperar ver caer el sol justo por el centro del patio.
¿Qué llevar?
La visita hacia Montecassino, generalmente, la realizan los viajeros que viajan desde Nápoles hacia el norte o desde Roma hacia el sur ya que se ubica a 100 kilómetros de Nápoles y a 140 de Roma.
Es importante tener en cuenta que, al ser un lugar de culto, la vestimenta correcta forma parte de lo «qué llevar» para poder visitar la abadía. Los hombros deben estar cubiertos, al igual que las rodillas. No está permitido usar sombreros ni tomar fotos con flash o trípodes.
La Abadía de Montecassino, un lugar silencioso pero con mucha historia para contar. Un lugar donde los monjes reciben a los visitantes con su tranquilidad y paz que los caracteriza. Montecassino, un lugar mágico dentro de la lista de lugares por conocer.