Israel tomó la decisión de detener todos los vuelos desde y hacia el país en un intento de frenar la propagación de las nuevas variantes de COVID-19. La nueva medida entrará en vigencia desde hoy, lunes 25 de Enero, a la medianoche y se mantendrá hasta el próximo 31 de Enero.
El pasado domingo, 24 de Enero, el gabinete de gobierno de Israel aprobó la decisión de frenar todos los vuelos, tanto entrantes como salientes, a partir de la noche del lunes/madrugada del martes, según informó el sitio de noticias Haaretz. A pesar de esta medida, se mantendrán ciertas excepciones como para las aviones de bomberos, vuelos de emergencias médicas y aviones de cargo. Además, los vuelos domésticos también tendrán algunas restricciones.
«Nos estamos adelantando al mundo entero. Ninguna nación ha hecho lo que estamos por hacer – estamos sellando herméticamente el país«, declaró el primer ministro Benjamin Netanyahu en una reunión del gobierno, según informó Haaretz.
Si bien son varios los países que están tomando medidas más restrictivas para intentar frenar la propagación del virus y sus nuevas variantes, la decisión de Israel se encuentra entre las más estrictas hasta el momento. Entre las medidas que se hay tomado en otros lugares se encuentra la decisión de solicitar un test de COVID-19 con resultado negativo que debe presentarse antes de abordar en vez de al momento de la llegada.
Los vuelos que podrán salir desde Israel son aquellos que tengan razones médicas o legales, así como también aquellos que deban realizarse por algún funeral familiar o para reubicarse. Por otra parte, los viajes que deban realizarse por cuestiones personales o humanitarias necesitarán ser aprobadas por los directores generales de salud y transporte del gobierno, de acuerdo a la información brindada por Haaretz.
La medida se da en un contexto de gran propagación de las nuevas variantes del virus. Específicamente la que se originó en el Reino Unido ya ha afectado a varias personas en Israel. Hasta el momento, de acuerdo a la información que brinda la Universidad de Hopkins, el país reportó casi 5.000 casos nuevos de COVID-19 el pasado sábado y 3.442 el domingo.