El Museo submarino de Cannes presenta seis enormes rostros que protegen y brindan refugio a la vida marina en forma de innovadores museos submarinos
Detrás del Museo submarino de Cannes se encuentra el escultor británico Jason deCaires Taylor, que se encarga de utilizar su arte para ayudar a conservar el medio ambiente. En este caso presentó seis esculturas de 2 metros de alto cada una que buscan sorprender a los buzos mmientras se encargan de proteger los pastos marinos.
Además de crear un nuevo e interesante lugar de buceo, el proyecto del Museo de Cannes eliminó los escombros de las áreas protegidas de la isla Sainte-Marguerite y puede ayudar a atraer la flora y la fauna del futuro. Los pasos iniciales incluyeron la remoción de motores de barcos viejos, tuberías y otros escombros hechos por humanos.
Después de la limpieza, el enfoque de Taylor no fue solo mediar en los problemas causados por los humanos, sino también dejar el área mejor que antes. Las estructuras fueron diseñadas para resaltar las praderas de posidonia como un ecosistema importante. Se colocan en áreas abiertas de arena blanca entre focos de pradera. Como resultado, los barcos ya no pueden anclar cerca del museo, evitando daños mayores o la acumulación de escombros cerca de este ecosistema.
Taylor trabaja para satisfacer las necesidades de cada sitio submarino con materiales de PH neutro y una ubicación cuidadosa, por lo que es lógico que sus obras también cuenten una historia sobre su hogar. En el Museo de Cannes, las máscaras hablan de la historia y la cultura de Île Sainte-Marguerite. La isla fue, en un momento, el hogar del Hombre de la Máscara de Hierro, un misterioso prisionero que inspiró leyendas y películas populares. Las máscaras también representan la dualidad del océano: por un lado, fuerte e irrompible, por el otro frágil por la degradación humana. Cada rostro se basa en un retrato de la gente local de todas las edades, lo que hace que el proyecto sea aún más personal para Île Sainte-Marguerite.