¿Qué obtienes cuando combinas una aurora boreal y un volcán en erupción? Seguramente una imagen única que muy pocas veces en la vida se puede llegar a observar. Esto fue lo que le sucedió a Christopher Mathews que por suerte llevaba su cámara encima para poder capturar ese momento.
Cristopher lleva viviendo en Islandia muchos años, disfrutando de sacar increíbles fotografías a los paisajes únicos que tiene para ofrecer ese país. Cuando se enteró que el volcán Geldingadalur estaba listo para entrar en erupción decidió que era el momento perfecto para entrar en acción e intentar lograr excelentes tomas.
Las cosas no eran tan simples como despertarse y hacer una buena toma. Mathews había estado monitoreando la situación desde principios de 2020, cuando los sistemas de monitoreo de volcanes detectaron el magma que fluía hacia la Tierra. Entonces quedó claro que el sistema volcánico de Reykjanes se estaba despertando lentamente después de un largo período de inactividad. Si bien Islandia tiene muchos volcanes, después de todo, se le llama «la tierra del fuego y el hielo», la ubicación del volcán hizo que el evento fuera aún más emocionante. El volcán se encuentra en la península que conecta el aeropuerto con Reykjavik y está cerca de la Laguna Azul, lo que lo hace muy accesible para los curiosos. Y dado que el valle de Geldingadalur está prácticamente deshabitado, era un buen lugar para entrar en erupción.
Una vez que llegó marzo de 2021 y quedó claro que el volcán podría entrar en acción en cualquier momento, Mathews decidió hacer lo suyo. Empezó a buscar posibles ubicaciones para hacer la sesión de fotos. Tenía que usar los datos que estaban publicando y un poco su intuición, ya que la erupción todavía no había empezado.
Cristopher había adivinado correctamente que el acceso al sitio podría estar cortado, pero no fue por lava. Inicialmente, las autoridades bloquearon las carreteras principales al lugar cuando ingresaron para evaluar los daños. Todo lo que el fotógrafo pudo obtener en la primera noche fue el brillo de la lava en las nubes mientras toda la carretera permanecía en silencio. Luego se trasladó a la Laguna Azul, donde capturó la erupción reflejándose en sus famosas aguas. Sin embargo, estaba decidido a conseguir la fotografía que esperaba: Geldingadalur con la aurora boreal de fondo. Entonces, se acurrucó en una cabaña alquilada cercana y esperó las condiciones climáticas perfectas, que eran difíciles de conseguir.
Todo venía muy bien hasta que de la nada apareció una tormenta de nieve inesperada que bloqueó el cielo y el volcán. Fue ahí que decidió volver a su cabaña, un poco triste por no poder conseguir lo que quería. ¡PERO! Cuando llegó se dio cuenta que las nubes se estaban yendo así que decidió salir corriendo hasta el borde de la granja. Fue el momento justo cuando el Sol golpeó la atmósfera superior, provocando brillantes luces de aurora sobre el volcán. Como si todo esto fuera poco, sucedió a la medianoche del 24 de marzo, el día de su cumpleaños.