Un glaciar que se derritió en Italia permitió encontrar un tesoro oculto con artefactos de la Primera Guerra Mundial que estaban escondidos dentro de una cueva.
La existencia de este lugar como refugio no es una novedad, sino que ya se conocía desde hace varios años pero el ingreso se encontraba bloqueado por el glaciar. Sin embargo, cuando el bloque de hielo comenzó a derretirse alrededor de 2017, los expertos pudieron comenzar a trabajar a poder inspeccionar lo que se hallaba allí dentro.
La cueva se encuentra en el monte Scorluzzo, en la región norte de Italia, cerca del Paso Stelvio. Allí, se removieron alrededor de 60 metros cúbicos de hielo en un período de cuatro años en excavaciones anuales que se realizaban en la cueva. Finalmente, ahora el grupo de investigación puede contar qué es lo que han encontrado allí.
Stefano Morosini, historiador y coordinador científico del proyecto de patrimonio en el Parque Nacional Stelvio, declaró al sitio de noticias CNN que los artefactos encontrados ilustran una vida diaria muy precaria de los soldados que allí se encontraban, ya sea por la comida, los platos o incluso los abrigos que estaban hechos con pieles de animales.
Además, las condiciones en la montaña solían ser engañosas, con la temperatura pudiendo caer hasta a unos -40° centígrados. «Los soldados tuvieron que combatir contra el medio ambiente extremo, luchar contra la nieve o las avalanchas, pero también contra el enemigo«, declaró Morosini.
Ese refugio había sido ocupado por 20 soldados austríacos, que intentaron hacer que la cueva sea invisible tanto desde tierra como desde aire para protegerse de los soldados italianos. «Los artefactos son una representación, como una máquina del tiempo, de… las extremas condiciones de vida durante la Primera Guerra Mundial».
Morosini también declaró al sitio de noticias The Guardian la relación del hallazgo con el cambio climático: «El conocimiento que hoy podemos adquirir de estas reliquias es una consecuencia positiva del hecho negativo del cambio climático».
Hasta ahora se han encontrado unos 300 objetos, entre monedas, cascos, municiones, periódicos y más, y todos serán preservados y almacenados en el Museo de la Primera Guerra Mundial en Bormio, Italia. El mismo tiene planeado abrir sus puertas en 2022.