En los últimos 18 meses se han expresado preocupaciones sobre cómo hacer para que los Juegos Olímpicos de Tokio sean lo más seguro posible y se eviten la mayor cantidad de contagios de Covid-19.
En un esfuerzo por mantener a los atletas enfocados en sus disciplinas y socialmente distanciados, los organizadores del evento han creado las llamadas camas ‘anti-sexo’.
Las estructuras de cartón se han instalado en los dormitorios de los atletas en la Villa Olímpica y se espera que ayuden a detener la marea de Covid en Japón.
Con un peso máximo de 200 kg, las camas se derrumbarán si los competidores intentan disfrutar de un poco de rincón en su tiempo libre. Entonces quedará claro quién ha estado obedeciendo las reglas y quién no.
Con eso en mente, también se les ha dicho a los atletas que no usen los condones habituales que se les dieron antes del inicio de los juegos de esta semana, sino que se les pidió que los guardaran como recuerdo de los juegos.
Según AFP, los atletas habían expresado sus preocupaciones sobre las camas con los organizadores del evento, sin embargo, el fabricante dijo que no deberían tener problemas «siempre que se queden con solo una persona en cada cama».
Se entiende que las camas se retirarán y reciclarán una vez terminados los juegos, y el pueblo se convertirá en apartamentos de lujo.
Pero esta es solo una de las reglas que se les pide a los participantes que cumplan durante el torneo.
Según los informes, los atletas tampoco podrán comprar alcohol y llevarlo al pueblo con ellos, mientras que las familias también tienen prohibido el acceso al lugar.
Y cualquier incumplimiento de las reglas podría ser castigado con la descalificación de los juegos.
Una persona que no competirá en el evento de este año es el corredor británico e ícono olímpico Mo Farah.