Un grupo de científicos advierte sobre la presencia de los microplásticos en la dieta de los pingüinos de la Antártida.
Un estudio reciente realizado por investigadores de Portugal, Reino Unido y España reveló una gran presencia de microplásticos, principalmente poliéster y polietileno, en la alimentación de pingüinos de tres especies diferentes que habitan en la Antártida.
El mismo se realizó analizando las heces de estos animales en diferentes años y diferentes lugares, según informó rtve, la corporación de Radio y Televisión Española.
El trabajo fue publicado en la revista de investigación Science of the Total Environment y parte de los investigadores que lo llevaron adelante forman parte del Museo Nacional de Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España. En el mismo se marca la importancia de conocer el efecto de los microplásticos y de tomar medidas efectivas para frenar la contaminación por plásticos, principalmente en la Antártida, según informó la agencia de noticias EFE.
«Estos contaminantes llegan a mares y océanos principalmente a través de la basura y los desechos procedentes de las actividades antrópicas«, explicó Andrés Barbosa, científico del Museo y autor del trabajo de investigación. Cabe tener en cuenta que los microplásticos son partículas que no miden más de 5 milímetros y que su presencia es cada vez mayor en los océanos.
«Se encontraron microplásticos en un 15, 28 y 29% de las muestras, respectivamente, en las tres estudiadas», declaró Joana Fragão, refiriéndose a las especies Adelia, barbijo y papúa. Fragão es investigadora de la Universidad de Coímbra. Teniendo en cuenta que ni en la Antártida ni en el océano antártico hay una gran presencia humana, se creería que la contaminación por microplásticos es más baja pero no parece ser así.
Según explicó José Xavier, también de la Universidad de Coímbra, de Portugal, tanto las estaciones de investigación, como los barcos pesqueros y turísticos y las corrientes marinas son las que desplazan los microplásticos a estos hábitats.
Los investigadores sostienen que es necesario continuar con este tipo de estudios para poder desarrollar políticas de gestión apropiadas.