Hace unos cuantos meses te compartíamos, a modo de medida ejemplar, que el archipiélago de Palaos se convertiría en el primer país del mundo en prohibir la venta y el uso de cremas solares en el afán de defender sus arrecifes de coral. Ahora, la decisión ha sido replicada también por las autoridades en Hawái, el famoso archipiélago volcánico ubicado en el Pacífico central con el mismo fin: en especial, buscan reducir los niveles de blanqueamiento, un fenómeno que se produce cuando los corales se estresan porque cambia drásticamente la temperatura del mar o este se contamina.
De esta manera, se ha decidido en las últimas horas que Hawái prohíbe el uso de cremas solares no solo en las orillas del mar si no en todo el archipiélago en general. La medida fue tomada tras comprobar que ingredientes como oxibenzona y octinoxato en las cremas solares pueden perjudicar -y de manera notoria- los arrecifes de coral.
Asimismo, el National Ocean Service (NOAA), el Servicio Nacional de Océanos de EEUU- también ha revelado que ingredientes como el octisalato u octocrileno, el homosalato, la avobenzona, el metoxicinamato de etilhexilo, el dióxido de titanio y el palmitato de retinilo también pueden llegar a perjudicar el desarrollo de los corales. También afectan negativamente a la vida marina los parabenos y las fragancias, y muy especialmente, las nanopartículas de óxido de zinc.
Según datos obtenidos por Secore International, la organización dedicada a la conservación de arrecifes de coral, más del 50% de los arrecifes de coral del mundo han muerto en los últimos 30 años. El pronóstico más alarmante indica que hasta un 90% de arrecifes de coral podrían quedar sin vida en el próximo siglo. Tristemente, en lugares como Florida, apenas si queda ya alguno vivo, mientras que en el Caribe ya han sido blanqueados el 90% de ellos. El 15% de este daño total se debe a los químicos presentes en la composición de las cremas solares, según afirman algunos científicos desde que, en 2015, un estudio descubriera la relación entre corales y fotoprotectores.
La decisión de las autoridades no resulta superficial, aunque a simple vista podría parecer un acto descontextualizado: Cabe destacar que los corales son importantes para la salud del planeta. Si bien los arrecifes de coral cubren menos del 1% de la superficie total del océano, lo cierto es que posibilitan el 25% de la vida marina, ofreciendo cobijo y alimento a múltiples especies de peces. Como si fuera poco, también resultan de gran utilidad para nosotros los seres humanos ya que liberan alrededor de la misma cantidad de oxígeno que todas las selvas del mundo.
A su vez, no son los arrecifes de coral los únicos seres vivos que se ven afectados por el impacto de las cremas solares en el mar: su presencia también es capaz de producir otros cambios preocupantes como, por ejemplo, cambiar el sexo de peces macho convirtiéndolos en hembras y rompiendo así el equilibrio del ecosistema.
Ante esta iniciativa, han salido al cruce también algunos detractores a la medida, argumentando que en definitiva lo que provoca semejante daño no es el uso de cremas solares si no el calentamiento global antropogénico. De todas formas, habrá que esperar una determinada cantidad de años para corroborar si la reducción del uso de cremas solares puede llegar a generar impacto positivo en la vida marina.