La aerolínea de bandera de Reino Unido, British Airways, tuvo su primer vuelo de pasajeros completamente neutro en carbono en un viaje que fue desde Londres hasta Glasgow. Es un gran paso en un esfuerzo de años para poder reducir la huella de carbono en los vuelos.
El viaje comenzó a las 10:36 de la mañana del martes 14 de Septiembre de 2021 en el aeropuerto Heathrow, Londres, y gracias a una combinación de combustible sostenible, junto a maniobras de compensación y medidas para reducir las emisiones, tales como cambiar para utilizar la mitad de la energía mientras la nave deslizaba sobre la pista, llegó a Glasgow menos de una hora más tarde, a las 11:28 según informó British Airways en un comunicado oficial. El viaje fue llamado «El vuelo perfecto» por la propia aerolínea.
Se trató del primer vuelo de pasajeros de British Airways en utilizar combustible sustentable, el cual es mezclado en un 35% con combustible tradicional. «El vuelo ofreció una demostración práctica del progreso que estamos haciendo en nuestro camino hacia la reducción de carbono«, declaró Sean Doyle, CEO y director de British Airways, en un comunicado.
«Esto marca un progreso real en nuestros esfuerzos para descarbonizar y muestra nuestra determinación de continuar innovando, trabajando con gobiernos e industrias y acelerando la adopción de nuevas soluciones de bajo carbono para acercarnos aún más al Vuelo perfecto del futuro», agregó Doyle.
Este vuelo histórico de British Airways se realizó en un avión Airbus A320neo, que según explicó la aerolínea consume un 20% menos de combustible, tenía asientos y carritos de catering más livianos, y tanto los manuales como las revistas del vuelo eran digitales para poder reducir el peso. Además, la nave fue arrastrada por vehículos eléctricos, solo se usó uno de los motores tanto para el despegue como luego del aterrizaje, y tanto el peso como la información sobre el viento se utilizaron para elegir la ruta más eficiente.
Las emisiones que no pudieron ser evitadas, fueron compensadas, según explicó la aerolínea. De acuerdo a la información proporcionada, el vuelo usó un 62% menos de emisiones de CO2 que un vuelo con una trayectoria similar que voló en 2010 hacia Edimburgo. La forma de compensar es adquiriendo créditos de carbono para equilibrar la cantidad de emisiones, por ejemplo plantando árboles.