Un hombre que se había ido a Corea del Sur para comenzar una vida allí volvió de forma inesperada a Corea del Norte, y la razón principal es que tenía problemas para adaptarse.
El 3 de Enero del corriente año, el Ministerio de Defensa de Corea del Sur informó en una persona que no había sido identificada había quedado registrada en el equipo de vigilancia mientras ingresaba a la Zona Desmilitarizada de la frontera, también conocida como DMZ, que cuenta con un armamento contundente. De acuerdo a la información que brindó un miembro del equipo militar que se encuentra en Seúl, el hombre de unos 30 años cruzó la frontera con vigilancia no una sino dos veces, regresando el 1 de Enero a Corea del Norte por «vivir apenas raspando» en el Sur.
Muchas de las personas hacen el viaje desde Corea del Norte a Del Sur con las esperanza de tener una vida más próspera y un mejor trabajo. De hecho, son alrededor de 33.800 los ciudadanos de Corea del Norte que han decidido reubicarse e iniciar una nueva vida en el sur. Sin embargo, haciendo algo completamente distinto a lo que elige la mayoría en su situación, el hombre decidió volver al Norte luego de trabajar como conserje, según informó el sitio de noticias The Independent.
Debido a los movimientos hechos por el hombre, se lanzó una investigación para saber cómo hizo para poder entrar a la Zona Desmilitarizada sin que lo vieran. Además, más allá de la sospecha de algunos, las autoridades militares no creen que el hombre pudiera ser un espía de Corea del Norte. «Diría que clasifica como alguien de clase muy baja, que vivía apenas raspando».
En Noviembre del 2020, el hombre había sido visto junto a una ruta prácticamente igual por la armada de Corea del Sur. Él declaró que era un ex gimnasta, según informó el ministerio. Mientras tanto, la policía de Seúl lo ayudó y también fueron advertidos de que el hombre podría intentar volver a su hogar en Junio, según informó la agencia de noticias Yonhap, pero como no había evidencia de tal cosa, lo dejaron ir.
Por su parte, según declararon algunos vecinos, el hombre fue visto deshaciéndose de sus pertenencias unos días antes de marchar. Mientras tanto, las autoridades también declararon que en Seúl recibía ayuda del gobierno tanto en términos de seguridad, como medicina y hogar.
Según reportó The Independent, esta situación genero que activistas recordarán una vez más la problemática, social, económica y emocional que sufren aquellas personas que deciden abandonar su lugar.