El martes 1 de febrero, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó que la caída de un rayo en los EE. UU. que estableció un nuevo récord mundial.
El hecho ocurrió en Luisiana el 29 de abril de 2020 y se elevó por el cielo durante casi 770 kilómetros.
Apodado megaflash, que es un rayo que puede ‘extenderse por cientos de kilómetros’, el rayo rompió récords para el destello de mayor distancia.
La noticia se compartió en el Twitter de la OMM, diciéndoles a los seguidores que se había verificado el flash récord.
Según los informes, el megaflash tuvo una distancia de alrededor de 770 kilómetros, que es similar al espacio entre Nueva York y Columbus, Ohio.
Si bien el rayo rompió el récord de distancia, no duró tanto como otros destellos: ese título fue para otro megadestello que ocurrió sobre Uruguay y el norte de Paraguay, documentado por primera vez el 31 de octubre de 2018.
Ese destello duró 17,102 segundos, lo que superó al poseedor del récord anterior por 0,37 segundos.
Randall Cerveny, de la Universidad Estatal de Arizona, habló de los dos rayos y explicó: «Estos dos registros de relámpagos son absolutamente extraordinarios. Ambos fueron de nube a nube, a varios miles de pies sobre el suelo, por lo que nadie estaba en peligro».
Cerveny continuó diciendo que si continuamos estudiando los rayos, podemos aprender más sobre cómo funcionan, y afirmó que estos hallazgos recientes son información importante para la seguridad pública.
«Estos hallazgos también son importantes para el público en general como un claro recordatorio de que los rayos pueden caer lejos de la región de origen principal», agregó.
Si bien no se confirmó que ninguno de los incidentes estuviera relacionado con el cambio climático, el clima extremo, que incluye fuertes tormentas con truenos y relámpagos, ocurre en todo el mundo cada año.
El especialista en rayos Ron Holle explicó cómo mantenerse a salvo durante una tormenta eléctrica: ‘Los únicos lugares seguros para los rayos son los edificios importantes que tienen estructuras de cableado y plomería; no estructuras como una playa o una parada de autobús’.
Si no puede encontrar un edificio a prueba de rayos, otra opción es ‘dentro de un vehículo cerrado con techo de metal; no buggies ni motocicletas’.
Si bien los rayos pueden parecer aterradores y esquivos, podemos comprender mejor estos eventos gracias a los avances en la tecnología de seguimiento de rayos.
Debido a estos avances, los científicos pueden usar mapeadores de rayos geoestacionarios en satélites que orbitan en el espacio para recopilar datos sobre rayos como estos.
Hablando de la nueva tecnología, el experto Michael J Peterson dijo que los desarrollos permiten a los científicos comprender mejor el comportamiento de los rayos.
Señaló: «Ahora estamos en un lugar donde tenemos excelentes mediciones de sus múltiples facetas [del rayo], que nos permiten descubrir nuevos aspectos sorprendentes de su comportamiento».
Cerveny apoyó esto y dijo que «es probable que todavía existan extremos aún mayores, y que podamos observarlos a medida que mejora la tecnología de rayos».