De acuerdo a los datos recopilados en el último Censo Provincial de Basura Costera Marina realizado en el 2021, y como resultado del trabajo conjunto entre más de 20 instituciones costeras en 21 localidades bonaerenses, los residuos plásticos y las colillas de cigarrillos continúan siendo uno de los mayores problemas en la costa atlántica argentina.
Durante los meses de septiembre y octubre de 2021, y luego de la suspensión de la actividad en el 2020 debido a la situación sanitaria por la pandemia, tuvo lugar la quinta edición del Censo Provincial de Basura Costera Marina, organizado por diferentes ONGs de las principales ciudades costeras de la Provincia de Buenos Aires, y coordinado entre 438 voluntarios, respetando los protocolos correspondientes.
Conocer cuál es la composición de la basura marina nos permite identificar cómo podemos mejorar nuestros hábitos de consumo, evaluar las realidades particulares y establecer qué tipo de regulaciones son necesarias, con la finalidad de frenar y revertir la contaminación por plástico. Por esta razón, las localidades censadas fueron San Pedro, Punta Lara, Magdalena, Punta del Indio, San Clemente del Tuyú, Las Toninas, Santa Teresita, Mar del Tuyú, Mar de Ajó, Nueva Atlantis, Ostende, Villa Gesell, Mar Chiquita, Mar del Plata, Balneario Marisol, Monte Hermoso, Pehuen Có, Punta Alta, Bahía Blanca, Villa del Mar e Isla Lucero.
¿De qué se trata el Censo Provincial de Basura Costero Marina?
La iniciativa de realizar un Censo Provincial de Basura Costero Marina surge como resultado de la intención de discutir estrategias para disminuir la cantidad de basura que impactan negativamente en la vida de la fauna marina y de trabajar conjuntamente entre organizaciones ambientalistas y municipios involucrados, generando una base de información e investigación conjunta.
Desde el 2016 se realiza anualmente y tiene como objetivo la reducción de la basura marina y el seguimiento del estado de nuestras costas, mediante el registro y posterior análisis de los datos obtenidos. Así es como puede tenerse un registro y análisis de la cantidad y el tipo de basura que existe en la costa bonaerense. El Censo Provincial de Basura Costero Marina realizado en 2021 cubrió un área total de 422.501 m2 y contó con la colaboración de más de 20 organizaciones del tercer sector y la sociedad civil.
Los resultados recopilados registraron un total de 40.331 residuos censados, de los cuales el 84,5% estuvo constituido por plásticos, lo que según indican desde la ONG Vida Silvestre, refleja una vez más una tendencia en relación a los censos anteriores. Un dato que además cobra importante relevancia frente a un contexto en el que, según el último informe de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la contaminación por plástico en los ecosistemas marinos se podría duplicar al 2030, si las condiciones continúan siendo las mismas.
Se conoce como basura marina a cualquier material persistente de fabricación humana y sólido, que es descargado o abandonado en el medio marino y costero. Esta problemática se acentúa porque diariamente toneladas de basura llegan los mares a través de los sistemas de drenaje urbanos (como bocas de tormenta y pluviales), la desembocadura de los ríos y por la acción del viento que los traslada, sumado a lo que directamente arrojan las personas en los ambientes costeros.
A su vez, el mar recoge los residuos durante la marea alta y los transporta hacia otros sitios, que pueden no ser el origen de estos residuos. Estas características permiten comprender una cifra que lamentablemente se repite: el 80% de la basura marina proviene del continente debido a la mala disposición y un manejo inadecuado de los residuos urbanos o de las aguas pluviales no tratadas; el restante, de los barcos comerciales y pesqueros.
Como adicional, el problema de los microplásticos persiste. El origen de estos fragmentos plásticos provenientes de otros residuos, como bolsas, sorbetes o botellas, se debe a la acción del sol, el viento y el mar que los desintegran hasta convertirlos en porciones más pequeñas. Una vez que estos elementos llegan al mar es muy difícil retirarlos (por eso la prevención es fundamental) y al ingresar a la red alimentaria del ecosistema sus efectos alcanzan mucho más que a la salud de la fauna marina.
De acuerdo al estudio “Ningún plástico en la naturaleza: evaluación de la ingestión de plástico de la naturaleza a las personas” – elaborado por Dalberg -, basado en un estudio solicitado por la Organización Mundial de Conservación (WWF por sus siglas en inglés) y realizado por la Universidad de Newcastle sobre el consumo de microplásticos en seres humanos, se concluyó que una persona, en promedio, podría estar consumiendo aproximadamente cinco gramos de plástico por semana, es decir, el equivalente al peso de una tarjeta de crédito.
En este sentido Verónica García, especialista Ecosistemas Marinos y Pesca Sustentable de Fundación Vida Silvestre Argentina, enfatizó que “Los residuos plásticos, sean macro o microplásticos, ya forman parte de todos los ambientes naturales y del alimento de muchas especies, incluidos los seres humanos. La disminución de la producción de embalajes y plásticos de un solo uso, la compra consciente, la disposición correcta de los residuos, y un sistema eficaz de disposición final y recuperación todavía están pendientes”.
En este contexto, los Censos de Basura Costera Marina registran la situación en las playas bonaerenses, mediante la identificación del tipo y cantidad de residuos que afectan las costas, para buscar soluciones colectivas de alcance local y nacional.
Cifras relevantes de la edición 2021
Los tipos de contaminantes plásticos que más se encontraron fueron: colillas de cigarrillo (19,6%), fragmentos plásticos (18,7%), envoltorios plásticos (13,2%), bolsas plásticas (10%) y restos de nylon (8,1%).
El 19,6% de los residuos plásticos identificados y colectados estuvo conformado por colillas de cigarrillos, un ítem que se repite todos los años entre los más abundantes. Diversos estudios indican que cada colilla puede contaminar entre 8 y 10 litros de agua del mar y hasta 50 litros si se trata de agua dulce. Este residuo está compuesto principalmente por acetato de celulosa, un material no biodegradable encargado de absorber las sustancias tóxicas del humo de tabaco, y que puede tardar hasta 10 años en descomponerse.
En Argentina, el 97% de las tortugas marinas atendidas en la Fundación Mundo Marino tiene plástico en su estómago o intestino. La acción de censar los tipos de residuos que se encuentran en nuestras costas surge a partir de la creciente preocupación por la fauna marina que se encuentra cada vez más amenazada por la basura que generamos.