Luego de casi dos años, las autoridades de Filipinas han tomado la decisión de volver a recibir turistas internacionales, siendo el último país del sudeste asiático en flexibilizar las restricciones de viajes en relación al COVID-19.
Las personas que deseen viajar desde el exterior hacia Filipinas ya pueden hacerlo, desde el pasado 10 de Febrero, teniendo en cuenta que por primera vez en casi dos años las autoridades de Filipinas tomaron la decisión de finalizar la medida que establecía el cierre de fronteras para los turistas internacionales, según informó la agencia de noticias AFP. El país tomó la medida de permitir el viaje libre de visa y ya no solicitará que los turistas vacunados cumplan con un período de cuarentena al llegar.
Quienes lleguen al país a partir de ahora tendrán que presentar un certificado de prueba PCR con resultado negativo, el mismo debe realizarse dentro de las últimas 48 horas previas al viaje. Además, durante los primeros siete días desde su llegada tendrán que estar atentos a sí presentan algún síntoma.
Por su parte, las personas que no estén vacunadas contra el COVID-19 tendrán que hacer cuarentena en algunas de las instalaciones designadas por el gobierno, realizarse una prueba de COVID-19 al quinto día y si el resultado es negativo tendrán que aislarse en otro lado por 14 días. Cabe tener en cuenta que las personas menores de 18 años no tendrán que cumplir con estas medidas.
«También estamos al tanto de que no hay lugar para la complacencia dado lo impredecible que es el virus», declaró Berna Romulo-Puyat, de la secretaría de Turismo, a la agencia de noticias Associated Press durante Enero. «Monitorearemos la situación de cerca y aseguraremos que los protocolos de salud y seguridad sean implementados de forma estricta en todos los establecimientos turísticos«.