Un estudio realizado por 20 investigadores latinoamericanos, y publicado por la Reviews of Geophysics en 2021, identificó los cambios en estos ciclos hidrológicos que se produjeron en los últimos 30 años en el Amazonas, basándose en los datos de seguimiento por satélite. Con dichas imágenes tomadas desde el espacio, se pudieron analizar las gigantescas dimensiones de la cuenca y la relación entre los procesos hidráulicos, señalando que la acción humana, como la deforestación del bosque y la minería, está influyendo en la distribución de las precipitaciones, las sequías, los periodos de inundación e incluso en la modificación de cursos fluviales completos alterando por completo su ciclo natural.
Dicha investigación hace foco en que la acción humana y el cambio climático están alterando la distribución de las precipitaciones en la región de la cuenca del Amazonas, identificando zonas en las que las lluvias son cada vez más mientras que, en otras, la sequía está más presente, a toda vista un desequilibrio en su distribución.
Según el informe, los modelos hidrológicos y climáticos construidos a partir de imágenes de satélite indican un contraste preocupante: más lluvias e inundaciones en el norte de la Amazonia y sequías más severas en el sur de la región. Por supuesto que el cambio en el ciclo de las precipitaciones también influye en las crecidas y los caudales de los ríos, lo que afectaría tanto a la fauna como a las poblaciones humanas.
«Los datos apuntan a una reducción de los caudales medios de los ríos del oeste al sur del Amazonas. Mientras que en el norte, hay un escenario de aumento de las lluvias y, en consecuencia, de las inundaciones de los ríos que vienen de Perú y llegan a la Amazonía», explicó Rodrigo Paiva, doctor en Hidrología, Hidroquímica, Suelo y Medio Ambiente por la Universidad de Toulouse, Francia, y uno de los autores del documento.
El aumento de la estación seca también está estrechamente relacionado con el tamaño de la zona deforestada. Según el análisis de las imágenes de satélite de la Misión de Medición de Lluvias Tropicales de la NASA (TRMM, por sus siglas en inglés), considerando un área con un radio de 28 kilómetros cuadrados, las pequeñas fracciones deforestadas, hasta un límite del 57% de deforestación, provocan un ligero aumento de las precipitaciones. Sin embargo, una vez superado este límite, la precipitación media comienza a descender. En grandes áreas (por encima de 224 kilómetros cuadrados), la deforestación conduce a una reducción lineal de la precipitación media de 4,1 milímetros al año.
¿Por qué es importante el Amazonas?
La cuenca del río Amazonas o Cuenca Amazónica es muy, muy grande. En el territorio que abarca cabría cómodamente la India, pero dos veces. Esta dimensión continental implica que los procesos hidrológicos de la cuenca repercuten en el medio ambiente global de diversas maneras. Las altas tasas de precipitación, el gran almacenamiento de agua dulce y el fuerte caudal de los ríos hacen que la cuenca del Amazonas sea un actor clave en el sistema climático mundial. Por eso, cualquier alteración en sus ciclos naturales puede tener repercusiones planetarias.
Además, la Amazonía alberga aproximadamente el 40% de la selva tropical del mundo y cerca del 15% de la biodiversidad terrestre del planeta. También es el hogar de un gran número de pueblos originarios, que dependen en gran medida de los ríos como corredores de transporte y utilizan estos entornos para su subsistencia.