Por si te lo preguntabas, nadar en la Fontana di Trevi está prohibido: aún así hay varios casos de insólitos residentes y/o turistas que han decidido vivir una «full experience» zambulléndose de lleno entre sus aguas cual moneda lanzada tras pedido de deseo. El más reciente tuvo lugar en las últimas horas y podríamos catalogarlo un acto de irresponsabilidad o bien un estímulo-respuesta necesario frente a una de calor extrema en la región.
En esta oportunidad, el protagonista fue un local: un romano que, a pesar de ser castigado con una multa y la prohibición de regresar al lugar, volvió a nadar al monumento. ¿Por qué? No hay por qué, o sí, y solo debemos considerarlo un pobre hombre que estaba agobiado por las altas temperaturas.
Todo ocurrió el sábado por la noche: un hombre con traje de baño se trepó entre las estatuas de la icónica Fontana di Trevi de Roma y se zambulló en las aguas del monumento antes de ser sacado a la fuerza por la policía. Este incidente sucede meses después de que dos turistas holandeses hicieran lo mismo y fueran multados por 1000 euros, entre otros tantos incidentes de este tipo que han tenido lugar en la capital italiana.
El bañista fue identificado de forma inmediata por medios italianos: se trató de un residente de 40 años. La sorprendente escena fue capturada por los celulares de los turistas que se encontraban en el sitio para sacarse fotos y videos en esta famosa atracción turística. «Después de unos 10 minutos, intervino un policía y tuvo que entrar en la fuente para sacarlo”, dijo uno de los presentes sobre el acto que irrumpió en la rutina de los visitantes.
Según Il Messaggero, el hombre fue multado con 200 euros y recibió una prohibición temporal que le impide regresar al sitio, que es catalogado como Patrimonio Mundial de la UNESCO. No obstante, según medios locales, dos horas después el hombre regresó a la fuente y volvió a zambullirse: saltó desde el mismo lugar. ¿La sanción? Fue arrastrado fuera del agua por segunda vez por otro oficial.