Los incendios en la Amazonia brasileña no se detienen. Según trascendió y en base a cifras oficiales, el peor día de incendios en los últimos 15 años fue el 22 de agosto pasado, un lamentable récord. Ambientalistas advirtieron que el bosque tropical más grande del mundo enfrenta la mayor destrucción nunca antes vista y que esto ya está ocasionando consecuencias gravísimas en el impacto medio ambiental.
Así, el 22 de agosto unas imágenes satelitales lograron detectar 3.358 incendios, el número más alto desde agosto del 2010, cuando hubo un total de 45,018 incendios, según un funcionario de la agencia espacial de Brasil, INPE.
La mayoría de las alertas por incendio en el Amazonas que registra ese organismo oficial suceden durante agosto y septiembre, que se considera la temporada de quemas en la región, cuando las lluvias suelen disminuir y permiten a quienes manejan sus ranchos y granjas prender los fuegos en zonas deforestadas.
La organización ambientalista Greenpeace, realizó un sobrevuelo por la Amazonia brasileña y teniendo en cuenta que hace una década realiza el seguimiento de los incendios en la selva, se mostró sorprendida.
«Nunca había visto una deforestación tan grande y tampoco tanto humo», aseguró Rómulo batista, portavoz de la ONG en la Amazonia, citado en un comunicado.
Los ecologistas culpan de la devastación de la Amazonia al gobierno brasileño, el cual ha flexibilizado los controles ambientales y promovido la explotación económica de la Amazonia, así como el fin de la demarcación de nuevas reservas indígenas.
Los incendios en agosto crecieron un 12,3% en comparación a lo sucedido en 2021 y cerca del 20% sobre el promedio mensual. El incremento se da previo a la elección presidencial de octubre mientras los principales candidatos discuten respecto de la destrucción de la selva.
Mientras tanto, se especula que los responsables estarían vinculados a la ganadería y a la explotación forestal, sin embargo, este ecocidio que está sucediendo, no solo en el Amazonia sino también en distintas partes del mundo, aún no tienen culpables visibles.