Michael Farmer estaba caminando por su propiedad en Costa Rica cuando se detuvo para mirar algo peculiar en las hojas de un árbol de guayaba: una pequeña pieza de metal que parecía moverse. Lo levantó para ver qué era y se dio cuenta de que estaba sosteniendo una especie de escarabajo conocido como Chrysina limbata.
Este insecto cromático se hizo el muerto el tiempo suficiente para que Farmer capturara algunas imágenes increíbles de las cualidades reflectantes de su caparazón. “Me sorprendió lo hermoso que era”, admite. “Nunca había visto algo así”. En varias imágenes, se ve al escarabajo actuando como un espejo cristalino. Farmer observa el «reflejo absolutamente perfecto en el escarabajo» y dice que fue «realmente una de las cosas más hermosas que he visto».
Estos avistamientos de escarabajos son cada vez más raros, debido a la disminución de su población por la pérdida de hábitat y los recolectores, lo que hace que este encuentro sea mucho más especial. Afortunadamente, Farmer volvió a colocar con cuidado el insecto anacámptico en una hoja y rápidamente se fue volando. Farmer dice que aunque no es una persona que ame a los insectos «todavía estaba asombrado» y no puede esperar a ver otro.