La compañía minera Fortescue Metals Group, con sede en Australia, ha anunciado la construcción del Tren infinito. La principal particularidad de este medio de transporte es que se tratará de un tren eléctrico que ¡no necesita recargarse! El mismo recorrerá un circuito cerrado de 143 Kilómetros, transportando el hierro desde la mina a las instalaciones de Fortescue Metals Group, y vuelta a la mina.
Aún a pesar de transportar cientos de toneladas de mineral de hierro todos los días, a lo largo de 143 Kilómetros de vía, este tren. ¿Cómo lo hará posible? Según ha trascendido, este Infinity Train no usa ningún tipo de tecnología revolucionaria: de hecho se basa en la clásica recarga de la batería cuando se frena, que ya usan coches, bicicletas o patinetes eléctricos.
¿Cuál es el secreto? Al parecer, la clave está en la orografía del lugar en donde el Tren Infinito va a operar: la mina de hierro de Eliwana, en Australia. El trayecto entre la mina y la factoría es cuesta abajo, y además lo recorre cargado hasta los topes. Realiza casi todo el trayecto frenando, por eso puede emplear la energía cinética y la gravedad para recargar las baterías en esta porción del trayecto.
Entonces, dicho esto, una vez que ha llegado a su destino, ya habrá recargado lo suficiente como para volver a la mina, volver a llenar los vagones, y emprender el viaje de bajada a las instalaciones, en donde vuelve a recargarse. Desafortunadamente, como hemos mencionado antes, este sistema funciona gracias a unas condiciones muy específicas del terreno, y resultaría casi imposible de aplicar en otros escenarios aunque la propuesta parece realmente muy tentadora.
En paralelo, también se ha mencionado que Fortescue Metals Group tiene como objetivo reducir su huella de carbono a cero en 2030: para lograrlo también están construyendo camiones mineros de hidrógeno y trenes que utilizan amoniaco verde, un combustible renovable, sin CO2.