Anabela Boschetti e Iván Belleil tienen 28 años, se conocieron en Quilmes pero hoy viven en Málaga: están en pareja hace ya unos años y experimentaron juntos una de las experiencias que contienen mayor nivel de adrenalina y endorfinas. Un salto al vacío que tiene forma de cruzar el charco y empezar una vida de cero en otra ciudad.
Con ciudadanía italiana en ambos casos, él trabaja actualmente como programador y ella trabaja como community manager y diseñadora de páginas web, aunque, durante sus primeros meses en España se vieron empujados a trabajar como vendedores y en tareas administrativas.
En Instagram son @viajerosemigrando con tips de viajes y emigración: “Uno de nuestros mayores deseos es poder recorrer el mundo mientras trabajamos, de forma online. Aspiramos a ser freelancers… Actualmente Iván trabaja en relación de dependencia y por ese motivo estamos un poco «atados» pero así y todo nos acomodamos para viajar lo más posible”, cuenta Bela.
En diálogo con Intriper, esta pareja de viajeros nos cuenta su historia sobre migrar, por qué están instalados en una de las ciudades más prometedoras para los viajeros y lo que no puede faltar para quienes quieran seguir sus pasos a la hora de emprender esta aventura.
Zona de promesas: el deseo de emigrar y un amor que suma kilómetros a la par
Tarda en llegar y al final hay recompensa dice una oración de la famosa canción Zona de Promesas de Mercedes Sosa: la de Bela iba a ser una historia más entre las infinitas experiencias que conviven en el mundo actual de personas buscando una vida lejos de sus casas de origen. Pero, por una de esas vueltas de la vida, la que parecía ser una primera recompensa a mucho esfuerzo y dedicación se veía empañada por un montón de titulares en las noticias acerca del Covid-19.
“La idea de emigrar en principio fue individual. Surgió hace muchos años y a Iván todavía no lo conocía. De hecho, planifiqué mi viaje sola. Cuando lo conocí, yo ya tenía mi pasaje para viajar a Málaga. Quedaban aproximadamente 6 meses para que yo viajara y en ese tiempo nos fuimos enamorando…”, relata Anabela en diálogo con Intriper.
La historia parecía digna de una película pochoclera de Netflix. La protagonista está a punto de hacer un cambio trascendental en su vida y aparece alguien para sacudir un poco más la trama: “A Iván le quedaban algunas materias para recibirse y me prometió que luego de hacerlo se compraba un pasaje y se venía conmigo a España, pero todo cambió ya que surgió la pandemia y mi viaje fue cancelado”.
Y efectivamente los planes cambiaron por completo: de pensar en vivir un amor a la distancia terminaron en una convivencia improvisada en sus comienzos pero que los unió durante un año y 8 meses bajo el mismo techo. Entonces, lo que iba a ser un viaje y proceso migratorio en solitario para ella resultó “ayudado” por la pandemia.
No hizo falta poner a prueba la palabra de Iván sobre si compraría finalmente ese pasaje luego de culminar sus estudios: los kilómetros que separaban su vida en Quilmes de una estadía en otro país los hicieron juntos. “Mi sueño de poder emigrar nunca desapareció”, expresa Bela.
“Cada vez que podía buscaba pasajes a España. Hasta que un día vi ofertas y le dije a Ivan que yo quería hacerlo. Le pregunté si él se quería quedar en Argentina o quería acompañarme, y decidió venir conmigo”, recuerda sobre las instancias previas a su viaje en octubre de 2021.
¿Cómo fue su primer tiempo en el país? ¿Recorrieron hasta encontrar el lugar donde se sintieran cómodos o evaluaron otros aspectos como para ya ir más precisos?
Bela: El destino elegido fue Málaga, luego de mucho análisis. Investigué bastante sobre el estilo de vida, el clima… Comparé varias ciudades. Yo realmente buscaba un lugar con mucha naturaleza, playa, montaña. No quería estar en una ciudad tan grande como Madrid o Barcelona, y en ese momento Málaga había sido elegida como una de las mejores ciudades para vivir.
Málaga es considerada la ciudad que tiene 300 días de sol al año… y realmente eso me encanta, además de su gente. Cuando llegamos, nos instalamos en el centro histórico de Málaga y desde ahí empezamos a recorrer otras zonas para conocer mejor dónde nos queríamos quedar.
Así fue como vivimos 2 meses en el centro, 1 mes en Torremolinos y finalmente nos instalamos en Benalmádena, una ciudad costera que se encuentra a 20 km del centro de Málaga. Nos encantaba la idea de vivir frente al mar, en un lugar tranquilo, pero a que a la vez estuviera cerca de todo y la verdad es que Benalmádena está super bien conectada con el transporte público.
¿Qué es lo que más les gusta de Málaga? ¿Tienen pensado quedarse allí o evalúan instalarse por otras ciudades?
Si bien en verano explota, ya que es una zona muy turística, la calidad de vida es increíble. En Málaga abundan los trabajos de temporada, y obviamente cuando emigramos sabíamos que en principio íbamos a tener que trabajar un poco de todo: particularmente, yo trabajé como dependienta (vendedora de tienda), comercial en un call center, administrativa y finalmente decidí emprender. Iván por suerte tuvo muchas ofertas laborales, pero así y todo al llegar trabajó algunos días en una tienda como vendedor.
Una de las cosas que más nos gustan de Málaga es su gente: el malagueño es muy alegre, la gente vive en la calle, uno siente que está de vacaciones constantemente. El clima es realmente increíble, en pleno invierno podemos estar con ropa de verano en la playa. Si bien hay días de frío, son los menos. Y por supuesto, la naturaleza: tener de frente al mar y del otro lado la montaña es un plus que nos fascina.
Llega el fin de semana y podemos hacer senderos por la montaña, conectarnos constantemente con la naturaleza. Así y todo, no cerramos la puerta a la posibilidad de vivir en otras ciudades. De hecho, hemos pensado también en vivir en otros países. El tiempo lo dirá…
Si tuvieran que aconsejar a alguien que está pensando en emigrar a España, ¿qué les dirían? Por ejemplo, sea tanto para impulsarlos a tomar la decisión o para alertarlos sobre algunas cosas en las que tener atención.
En nuestra cuenta de instagram @viajerosemigrando tratamos de alentar a todos aquellos que, como nosotros, quieren hacer la prueba de vivir en otro lugar. Los ayudamos con inquietudes en cuanto a zonas, trámites, entre otros aspectos. Lo que siempre les decimos es que no importa qué tan difícil parezca… el que realmente quiere, ¡puede!
A nosotros esta idea nos pareció inalcanzable en muchas oportunidades, pero acá estamos. No fue fácil… De hecho, emigramos con poco dinero y eso era un gran riesgo. La verdad que en ese sentido tuvimos la suerte de que nos salió bien, pero no siempre es así. Actualmente, a quienes nos preguntan, les aconsejamos que se vengan más preparados. Sobre todo si vienen con familia. El primer tiempo hasta que uno logra acomodarse no es fácil.
¿Beneficios que experimentaron al emigrar? ¿Debilidades o puntos no favorables que experimentaron al emigrar?
No fue fácil dejar Argentina. Tampoco es fácil estar lejos de la familia y los amigos. Siempre se extraña, aunque hoy en día la tecnología nos ayuda un montón. Hay que estar preparados para dejar muchas cosas, pero también se ganan otras. Encontramos estabilidad económica, seguridad, calidad de vida, poder vivir bien con un ingreso base, darnos nuestros gustos y a la vez viajar mucho, que era una de las cosas que más queríamos hacer.
Pero, sobre todo, nos sentimos seguros. Si bien sabemos que España no está en su mejor momento, para nosotros fue un cambio abismal y estamos felices con la decisión que tomamos.