En Internet personas de escasos recursos se han viralizado por su ingenio al construir sus casas con materiales reciclados. Ejemplo de ello es ‘Q’, quien edificó un hogar con jardín y electricidad, o James Safari Parker, el cual fabricó una casa de cartón de dos pisos.
A esta lista de constructores creativos se le suma el mexicano Juan Carlos Maldonado Romo, un albañil de 47 años que se hizo viral en YouTube gracias al video titulado ‘Así vivo en “Casa de Basura” más Grande de México’ del ‘influencer’ Yulay.
La historia del mexicano empieza años atrás, cuando migró a Denver, Estados Unidos, junto a su familia para buscar mejores oportunidades de vida. En el extranjero, Juan Carlos se dedicó a la construcción y económicamente le iba bien.
Sin embargo, en el plano familiar las cosas no funcionaron y terminó por separarse de su pareja, pero con sus ahorros decidió regresar a su patria y convertir su jacal de Aguascalientes, México, en un hogar que pudiera compartir con sus hijos como herencia.
Fue así que el hombre erigió un piso de cemento, bien edificado (con columnas y tabiques de cemento), pero del segundo piso en adelante los materiales de la construcción cambiaron por objetos reciclados: madera, fierros viejos, láminas y demás fueron acomodados para darle forma a las habitaciones de la casa.
En su entrevista con el youtuber Yulay, el 5 de febrero de 2023, el albañil comentó que él solo se encargó de la construcción de su casa, a la que llama de cariño “La cabaña”, y por ello tardó cinco años en terminarla.
Aunque el inmueble no tiene drenaje, ni agua potable, ni Internet y la electricidad está restringida únicamente a ciertas habitaciones de la planta baja, Juan Carlos Maldonado le guarda cariño a su hogar hecho de materiales reciclados.
Por esa razón le dolió recibir una notificación de parte del organismo mexicano de Protección Civil para que destruyera su edificación en un plazo de 10 días, ya que la consideran un riesgo para la comunidad por su altura, fragilidad de materiales e improvisación de estructura.
Esto lo determinaron las autoridades después de inspeccionar cada piso, determinando así que los dos primeros sí cumplían con las normas de construcción mexicanas, pero los otros dos hechos con materiales reciclados no pasaron las pruebas y serán los que demolerán tras las constantes quejas de los vecinos.