El encanto de los destinos normalmente se está relacionado a aquello que tienen: grandes monumentos, impresionantes palacios o coloridas calles. Pero, muchas veces, es necesario mirar más allá y encantarse de aquello que un destino no tiene.
Salcedillo no tiene fama, ni grandes monumentos, ni prácticamente habitantes, sin embargo, tiene algo mucho más difícil de conseguir: la autenticidad que solo puede encontrarse en los pueblitos más pequeños de España.
Este pueblo de Palencia cuya población ha ido disminuyendo en las últimas décadas por el éxodo rural hacia urbes más grandes, llegó a tener 155 habitantes en 1900. Ahora, desgraciadamente, tan solo quedan unas 11 personas en el pueblo. De hecho, muchas veces durante el año, es solo una persona la que guarda sus fronteras y ya ha perdido 5 habitantes permanentes desde el 2022.
Pero, lejos de lo que pueda parecer, los atractivos del considerado “pueblo más pequeño de Castilla y León” son muchos. Y hoy venimos a demostrarte que, muchas veces, la belleza también se encuentra en los lugares más inesperados.
Nos encontramos con esta población al norte de la provincia de Palencia, limitando su territorio con la Comunidad Autónoma de Cantabria. Su territorio se encuentra emplazado entre espectaculares bosques, a los pies de la Sierra de la Braña a 1.195 metros sobre el nivel del mar. Es, de hecho, uno de los pueblos más altos de la zona.
Esta localidad, verdaderamente bonita, queda dividida en dos por el río Camesa. Y su iglesia románica, dedicada a San Martín Obispo, es uno de sus grandes reclamos. Esta se encuentra en el centro de la localidad y su construcción, aunque no está clara, se atribuye al siglo XII.
En el exterior de la iglesia hay una cosa a destacar: su portada, que no se encuentra en la localización original. Está compuesta por un arco de medio y tres arquivoltas, decoradas con bolas y flores inscritas en círculos. En las columnas de su exterior también se puede observar una decoración figurada de animales.
No solo eso, pues la localidad es atravesada de lleno por el GR 1, uno de los senderos históricos más famosos que une Ampurias con Finisterre transitando por el corazón de las Montaña Palentina. De hecho, una de las primeras etapas de esta ruta es la que va de Salcedillo a Brañosera, y discurre por un camino de uso agrícola y ganadero que remonta el curso del río Camesa hasta llegar a la localidad.
5 respuestas
Hermosa zona y una combinación perfecta para disfrutar del paisaje.
Adoraria vivir no un pueblo con solo 11 habitantes, yo sería el 12
Me encantaría vivir en un pueblo con solo 11 habitantes, yo sería el número 12
Gracias por la publicación. Despues de leer, es un lugar escelente para vivir y desarrollar el arte (de escribir, pintar, elaborar los títeres, la música)desarrollar la agricultura y los animales. Muchas gracias.
Me encantaría vivir en un lugar así con mi familia.