Existen momentos en la vida en los que las personas deben tomar decisiones cruciales para seguir persiguiendo sus sueños, especialmente cuando se tiene una mascota. Un ejemplo claro de esto es el caso de una mujer que viajó con su caballo en la cabina de primera clase de un avión hacia su nuevo destino.
Ronica Froese, quien residía en Michigan, Estados Unidos, optó por realizar un cambio significativo en su vida al mudarse a California.
Consciente de que no podía separarse de su compañero leal y mejor amigo, Fred, un caballo miniatura entrenado como animal de servicio, la mujer, Ronica Froese, tuvo una idea poco convencional pero costosa: reservar un vuelo de primera clase tanto para ella como para su querido Fred.
A pesar del alto costo asociado a viajar en primera clase, lo más importante para la mujer era brindarle comodidad y tranquilidad a su amigo Fred. El precio no era un impedimento cuando se trataba del bienestar de su fiel compañero.
“Compré dos asientos de primera clase en asientos de mamparo, pagué un brazo y una pierna por los boletos, pero lo hice porque era la primera vez de Fred y quería que él se sintiera cómodo, quería que tuviera más espacio”, expresó la joven.
Al percatarse de la presencia de otros pasajeros en la cabina, la mujer decidió intensificar el entrenamiento de su pequeño amigo para asegurarse de que no incomodara a ninguno de ellos.
Tónica también expresó que: “Gracias a todos los pasajeros que nos han pedido educadamente tomarse fotos y con cortesía hicieron preguntas agradables. Estoy feliz de decir que en todo nuestro viaje el 90% del público fue respetuoso y agradable”.