La historia comienza en agosto, cuando la fundación de la Policía de Gilroy en California recibió un mensaje a través de Facebook desde un pequeño pueblo en Alemania. El mensaje provenía de alguien que se preguntaba si podrían ayudar a encontrar al dueño de un perro llamado Benny, quien había sido encontrado vagando en Hinterveidenthal, a más de 9,000 kilómetros de distancia de su hogar en Estados Unidos.
De acuerdo con la explicación proporcionada a través de las redes sociales, inicialmente se creía que la mascota pertenecía a una familia militar. Sin embargo, con el paso de los días, la situación se aclaró.
Linda Wicked, una portavoz de la fundación, informó a Fox que el perro en realidad era propiedad de Johannes Busche, un sacerdote de la arquidiócesis de San José. El perro, llamado Benny, le fue regalado por su madre mientras estaba destinado en Gilroy. Ahora, el sacerdote se había trasladado a Alemania, donde planeaba quedarse durante al menos un año junto a su fiel compañero.
Además, se confirmó que Benny pudo reunirse con su dueño gracias a la acción de un vecino atento. Este vecino decidió buscar en Internet las direcciones en las placas del collar de Benny, lo que dio inicio a este curioso misterio. Afortunadamente, esta historia tuvo un final feliz y Benny pudo regresar a casa junto a su dueño.