Más de 35.000 individuos ya fueron desplazados debido a los incendios forestales sin precedentes que se están desarrollando en las regiones occidental y septentrional de Canadá.
De esta manera, los pacientes de un hospital en peligro por los incendios forestales se vieron obligados a huir en medio de la noche.
Las autoridades compartieron el sábado datos actualizados que indican que todavía existen 1.052 puntos de fuego activos que ponen en peligro las residencias de otros 30.000 ciudadanos.
Ante la gravedad de la situación, el primer ministro Justin Trudeau convocó nuevamente al Grupo de Respuesta a Incidentes, integrado por ministros y altos funcionarios con competencias en situaciones de crisis, por segunda vez en dos días.
Por otro lado, David Eby, el primer ministro de la provincia de Columbia Británica, que es una de las áreas más impactadas, llevó a cabo una rueda de prensa en la que detalló que las localidades de West Kelowna y Kelowna enfrentan la mayor amenaza, con aproximadamente 388 focos de incendio. El aeropuerto internacional de Kelowna ha detenido sus operaciones y se ha impuesto una restricción en el espacio aéreo.
Además, en la jornada previa, declaró el estado de emergencia en todo el territorio. «La situación presente es muy desafiante», agregó antes de instar a los residentes a acatar las órdenes de precaución y evacuación.
«En las áreas que mencioné, ya no se permitirán visitas no esenciales», declaró la ministra de Gestión de Emergencias y Preparación Climática de la provincia, Bowinn Ma, subrayando la importancia de que las personas no se opongan a dejar sus viviendas.
«No podemos enfatizar lo suficiente la importancia de acatar las órdenes de evacuación cuando se emiten. Estas órdenes son una cuestión de vida o muerte, no solo para quienes residen en esas propiedades, sino también para los equipos de respuesta inicial, que a menudo regresan para instar a las personas a abandonar la zona», añadió.
En el norte de Canadá, la situación es paralela, con 16,000 de los 20,000 residentes totales de Yellowknife, la capital de los Territorios del Noroeste, evacuados. En esta vasta región, que tiene un tamaño 2.6 veces mayor que España, aún persisten cuatro incendios forestales.
Sin embargo, la perspectiva parece ser un poco más esperanzadora, ya que a pesar de las preocupaciones del sábado de que las llamas alcanzaran el centro de la capital, el cambio en las condiciones climáticas, la disminución de las temperaturas y la lluvia nocturna están contribuyendo a controlar los focos de incendio.
Aun así, la alcaldesa Rebecca Alty advirtió que la situación sigue siendo extremadamente inestable y peligrosa. Instó a aquellos que aún no han evacuado a hacerlo y aconsejó a los residentes que no regresen hasta que la seguridad esté completamente garantizada.
«Todavía enfrentamos días desafiantes y la amenaza en la zona persiste», declaró.