La Gran Muralla Verde de África simboliza una esperanza en medio de uno de los problemas más graves del cambio climático: la desertificación. Se trata de un movimiento inspirador que busca revitalizar el paisaje del continente africano y frenar la pérdida de espacios verdes en todo el mundo.
¿Qué es la Gran Muralla Verde?
La Gran Muralla Verde, liderada por África, tiene como objetivo construir la estructura viva más grande del mundo: un muro de 8 mil kilómetros que atraviesa todo el ancho del continente, tres veces más grande que la Gran Barrera de Coral. Actualmente se está implementando en 20 países comprometidos con la protección del medio ambiente para combatir la desertificación.
El proyecto fue inaugurado en 2007 bajo el auspicio de la Comisión de la Unión Africana y el respaldo financiero del gobierno de Irlanda. Su objetivo principal, además de la restauración de millones de hectáreas, es transformar la vida de las personas que ya están sufriendo las consecuencias del cambio climático y enfrentan dificultades para sobrevivir.
En África, las temperaturas están aumentando más rápidamente que en cualquier otro lugar del planeta. La Gran Muralla Verde se ha propuesto restaurar 100 millones de hectáreas de tierra degradada para el año 2030, lo que permitiría capturar 250 millones de toneladas de carbono y crear 10 millones de empleos verdes.
Esta iniciativa del muro verde se extiende por un área que abarca el desierto del Sahara y el Sahel, una de las regiones más empobrecidas del mundo
Según el informe de progreso más reciente, hasta la fecha se han restaurado un total de 20 millones de hectáreas de tierra. Además, se han generado 350 mil empleos, lo que ha resultado en aproximadamente 90 millones de dólares de ingresos durante el período de 2007 a 2018.
Esto demuestra que los extensos esfuerzos destinados a combatir la desertificación en África están rindiendo frutos. Desde su inicio, se han logrado avances significativos en la fertilidad de las tierras en la región del Sahel, que desempeña un papel crucial en la consecución en sus objetivos. Actualmente, podemos apreciar cómo la zona que anteriormente parecía un desierto está reverdeciendo, con árboles que fueron plantados hace más de una década. Además, se siguen restaurando áreas con plántulas adaptadas al entorno.