15.000 patinetes eléctricos han sido retirados lentamente después de que los parisinos votaran a favor de prohibir los vehículos eléctricos.
Para aquellos a los que les encanta subirse a una scooter, recorrer la ciudad, tomar un poco de aire fresco y no depender de esperar el transporte público, tenemos malas noticias. A partir del 1 de septiembre, los scooters eléctricos alquilables están oficialmente prohibidos en París.
Han pasado cinco años desde que la capital francesa abrió el mercado de scooters eléctricos compartidos (la primera ciudad europea en hacerlo), y han pasado tres años desde que las quejas llevaron a la implementación de regulaciones estrictas por motivos de seguridad, las más estrictas del mundo.
Pero ayer, los últimos 15.000 scooters fueron retiradas de las calles de París. Algunos podrían describirlo como el fin de una era, pero parece que ha sido un alivio.
Los scooters eléctricos, disponibles para alquilar en tres empresas de alquiler diferentes en París, eran muy populares entre los estudiantes y los menores de 35 años. Sin embargo, han estado en el centro de la controversia desde que estuvieron disponibles por primera vez.
Los políticos planteaban habitualmente preocupaciones sobre la seguridad, y muchos peatones en París encontraban estresante la presencia de los patines eléctricos. La forma en que los dejaron abandonados en las calles fue incluso calificada de “anárquica”, y en 2020 se impusieron límites de velocidad y una restricción en el número de operadores que podían alquilar los vehículos.
A pesar de las medidas adicionales, una serie de accidentes siguieron atribuyéndose al uso descuidado de los patinetes eléctricos, lo que llevó a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, a celebrar un referéndum en abril para determinar su futuro en la ciudad.
La participación fue muy baja: sólo el 7,5 por ciento de los parisinos asistieron a la votación en el ayuntamiento, pero el 90 por ciento de los que asistieron estaban a favor de la prohibición. La votación significó que el 31 de agosto fuera el último día de scooters eléctricos en París.
Los scooters eléctricos se redistribuirán a otras ciudades: los scooters Tier irán principalmente a Alemania, los scooters Lime a Londres, Lille y Copenhague, y Dott enviará los suyos a Bélgica y Tel Aviv.
Se espera que los antiguos usuarios de scooters eléctricos recurran a la bicicleta, y los mismos operadores ya ofrecen bicicletas de alquiler. La esperanza es que la transición limite el número de despidos que cada empresa debe realizar y al mismo tiempo haga de las calles de París un lugar más seguro para los peatones. Sin embargo, según euronews, los turistas se han quejado de que las bicicletas «no son tan ágiles».
Parece que tendremos que conformarnos con un buen paseo a la antigua usanza.