Una alarmante predicción se ha difundido de cara a la próxima COP 28 en Emiratos Árabes: un informe conjunto entre la ONU y el Laboratorio de Impacto Climático (CIL) revela que para el año 2100, ciudades emblemáticas como Sidney (Australia), Kingston (Jamaica) y Río de Janeiro (Brasil), entre otras, podrían encontrarse bajo el agua debido al aumento proyectado del nivel del mar.
Este reporte, elaborado con la plataforma Human Climate Horizons, advierte sobre la posible submersión de urbes significativas si no se implementan sistemas de defensa. Se estima que un 5% o más de ciudades clave, como Guayaquil (Ecuador), Barranquilla (Colombia), Santos y Río de Janeiro en Brasil, Kingston en Jamaica, y varias localidades a nivel global, estarían en riesgo.
Según la ONU, «cientos de ciudades densamente pobladas se enfrentarán a un mayor riesgo de inundaciones a mediados de siglo».
En el contexto brasileño, se proyecta un escenario crítico: entre los años 2040 y 2059, se prevé un aumento del nivel del mar de 23,84 cm en Río y 27,74 cm en Santos, mientras que entre 2080 y 2099, estas cifras podrían ascender a 65,67 cm y 72,85 cm respectivamente, en el peor escenario contemplado por la ONU.
Hannah Hess, directora asociada del Laboratorio de Impacto Climático, subraya: «Estas proyecciones no son conclusiones apresuradas; más bien, pueden ser un catalizador para la acción. Una acción rápida y sostenida para reducir las emisiones afectará la rapidez y el alcance de las comunidades costeras».
Hess destaca que la reducción de emisiones no solo mitigará riesgos, sino que otorgará tiempo para una respuesta proactiva ante el aumento del nivel del mar, ofreciendo así una ventana para la preparación y adaptación de las comunidades costeras.