Viajar en la clase business de un avión es más que un simple desplazamiento; es una experiencia que va más allá de la comodidad. En un recorrido entre Madrid y Hong Kong a bordo del Airbus A350-1000 de Cathay Pacific, nos sumergimos en el lujo de la clase business para descubrir sus fascinantes secretos.
Desde el momento en que se cruza la puerta de acceso, la clase business revela su exclusividad con filas de asientos que comienzan en la 12, evitando supersticiones con el «12+1«. La disposición escalonada y diagonal de los asientos crea «pods» individuales, proporcionando una sensación de privacidad y amplitud. Aquí, no hay luchas por el reposabrazos ni dolores articulares causados por el asiento delantero.
Cada viajero puede disfrutar de su propio espacio, transformando el asiento en una cama acogedora para enfrentar cómodamente vuelos de larga duración. Equipado con un neceser completo, zapatillas y un edredón tipo saco, el viajero es recibido con comodidades que anticipan la experiencia lujosa que está por venir.
La pantalla táctil individual ofrece un entretenimiento de primera clase, reconocido por SKYTRAX en 2023 como el mejor entretenimiento a bordo del mundo. Con opciones en 4K, la variedad de películas, series, música y podcasts garantiza que el tiempo de vuelo sea una experiencia inolvidable.
En cuanto a la gastronomía, la clase business de Cathay Pacific no decepciona. Con un menú variado que incluye desde ensaladas de gambas marinadas hasta costillar de ternera cocido a fuego lento, los pasajeros disfrutan de una experiencia culinaria de alta categoría. La bebida, incluida en el billete, ofrece opciones que van desde vinos selectos hasta la exclusiva Betsy Beer, una cerveza creada especialmente para la aerolínea.
Después de una cena opulenta, los pasajeros pueden disfrutar de una cama reclinada y, antes de sumirse en el sueño, visitar un cuarto de baño exclusivo con una ventana que ofrece vistas únicas al horizonte. La experiencia en clase business de Cathay Pacific no solo es un viaje, es un momento para deleitarse en el lujo y la atención personalizada.
En resumen, viajar en clase business no solo es un desplazamiento; es una experiencia que fusiona la comodidad, el entretenimiento de alta calidad y la gastronomía excepcional. Una vez experimentado, es fácil comprender por qué algunos actúan como si viajar en esta clase fuera tan normal como coger el metro.