En una decisión sin precedentes, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) emitió el martes un fallo a favor de un grupo de mujeres suizas que demandaron a su gobierno por la insuficiencia de sus acciones contra el cambio climático. El tribunal dictaminó que el Estado había violado varios derechos humanos al no cumplir con los objetivos de reducción de emisiones.
Para las integrantes del grupo, que un informe de Reuters describió como «ancianas«, las acciones gubernamentales las dejaban en riesgo de sufrir las consecuencias mortales de las olas de calor. La demanda fue presentada por Verein Seniorinnen Schweiz, una asociación de más de 2.000 mujeres, en su mayoría mayores de 75 años, que argumentaban que sus problemas de salud empeoraban durante las olas de calor cada vez más frecuentes debido al calentamiento global, afectando considerablemente sus condiciones de vida.
La decisión del tribunal podría tener un efecto dominó en toda Europa y más allá, según interpretaciones de medios con sede en Londres. El fallo establece un precedente en la manera en que los tribunales abordan los litigios climáticos basados en violaciones de derechos humanos.
La presidenta del tribunal, Siofra O Leary, sostuvo que el gobierno suizo había infringido el derecho humano a la vida privada y familiar al no implementar políticas internas suficientes para abordar el cambio climático. Este veredicto no solo marca un hito legal, sino que también podría obligar al gobierno suizo a revisar sus objetivos de reducción de emisiones para 2030 para alinearse con los compromisos del Acuerdo de París.
Aunque el tribunal desestimó otros dos casos similares, la sentencia suiza establece una obligación legal para corregir las violaciones identificadas, dentro del margen de actuación de las autoridades del país, bajo supervisión del Comité de Ministros del Consejo de Europa.
Este fallo destaca la responsabilidad legal de los Estados hacia sus ciudadanos y la sociedad en general en la lucha contra la crisis climática. Como señaló la activista ambiental sueca Greta Thunberg, la sentencia muestra que la crisis climática no reconoce fronteras y subraya la necesidad urgente de tomar medidas significativas para proteger nuestro planeta y nuestros derechos humanos fundamentales.