En un movimiento audaz contra el tabaquismo, el Parlamento del Reino Unido ha aprobado una medida histórica: prohibir la venta de cigarrillos a todas las personas nacidas a partir de 2009. Impulsada por el gobierno del primer ministro Rishi Sunak, esta iniciativa busca combatir el consumo de tabaco en la población joven y aspira a crear la primera «generación libre de humo«.
La ministra de Sanidad, Victoria Atkins, defendió el proyecto como una medida crucial para abordar un problema de salud pública persistente. Con el tabaquismo causando 80.000 muertes al año y siendo responsable de uno de cada cuatro casos de cáncer, esta prohibición busca prevenir más de 470.000 casos de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y cáncer de pulmón para fines de siglo.
A pesar de la oposición de algunos sectores conservadores que argumentan sobre la libertad personal, Atkins enfatizó que «no existe una libertad en la adicción«. El proyecto también incluye medidas para restringir los sabores y empaques de los vapeadores, así como la imposición de multas a los establecimientos que vendan productos de tabaco a menores de edad.
«La verdad es que no existe un nivel seguro de consumo de tabaco«, afirmó Atkins. «Es singularmente dañino, y es por eso que hoy estamos tomando esta importante acción para proteger a la próxima generación«.
Esta prohibición marca un paso significativo en la lucha contra el tabaquismo y subraya el compromiso del Reino Unido con la salud y el bienestar de su población.