Las últimas palabras de un piloto que murió en un accidente aéreo después de dejar que sus hijos tomaran los mandos quedaron grabadas en la caja negra del avión.
El 23 de marzo de 1994, el vuelo 593 de Aeroflot que volaba de Moscú a Hong Kong se estrelló, provocando la muerte de las 75 personas a bordo.
La decisión se vuelve mortal
Fue el primer vuelo internacional para los hijos del piloto Yaroslav Vladimirovich Kudrinsky, y esto provocó el desastre que finalmente provocó que el avión se estrellara.
Kudrinsky dejó entrar a sus hijos en la cabina y permitió que tanto su hijo como su hija se sentaran en la silla del piloto.
Su hija Yana, de 13 años, fue la primera, y su padre ajustó el piloto automático para hacerle creer que en realidad estaba dirigiendo el avión.
Los 30 segundos fatales
Cuando Eldar, de 15 años, se sentó en la silla del piloto, movió la columna de control del avión lo suficiente como para que algunas partes del piloto automático se apagaran durante 30 segundos, y el niño notó que el vuelo se inclinaba bastante hacia la derecha.
Los pilotos pasaron por alto una luz de advertencia que les habría dicho lo que había sucedido con el piloto automático, y Kudrinsky apartó a su hijo de los controles del avión.
Desde allí, los pilotos intentaron recuperar el control del avión, logrando sacarlo de una inmersión, pero corrigiendo demasiado hasta que el vuelo ascendía casi verticalmente, deteniéndolo.
Esto provocó que el avión girara y cayera de nuevo al suelo.
Si bien los pilotos pudieron nivelar las alas del avión, en ese momento habían perdido demasiada altitud y se estrellaron.
Momentos finales desgarradores
La grabación de la caja negra de los momentos finales del avión fue descubierta como parte de la investigación del accidente.
Relató que en los momentos finales del vuelo Kudrinsky le gritaba a su hijo que se alejara de los controles.
Él dijo: «Eldar, aléjate. ¡Ve atrás, ve atrás Eldar! Ves el peligro, ¿no?».
«¡Vete, vete Eldar! Vete, vete. ¡Te digo que te vayas!».
Desde allí los pilotos intentaron recuperar el control de la aeronave, y la última parte del vuelo registrada fue el intento de salir de la segunda inmersión.
La caja grababa a Kudrinsky diciendo: «Sal ahora, todo es normal. Levántate con cuidado. ¡Con cuidado! ¡Digo con cuidado!».
Apenas dos minutos y seis segundos después de que ocurrieran los acontecimientos, el vuelo 593 se estrelló en una altitud plana a alta velocidad vertical a alrededor de 160 mph, en la cordillera de Kuznetsk Alatau en la región del Óblast de Kemerovo en el sur de Rusia.
Las secuelas
A pesar de que Aeroflot inicialmente negó que los pilotos tuvieran la culpa, se vio obligada a cambiar su relato de los hechos cuando se publicó una copia filtrada de la transcripción de la grabadora de voz de la cabina.
Las investigaciones no encontraron evidencia de falla técnica y concluyeron que el accidente fue probablemente causado porque se permitió a los niños tomar el control del vuelo.
El avión quedó completamente destruido, matando a todos los que iban a bordo.