Los padres de una niña estadounidense de tres años no le prestaron mucha atención cuando les contó que tenía miedo de los «monstruos» que veía en la pared de su habitación. Pensaron que era el temor habitual de los niños que duermen solos, pero la historia tomó un giro inesperado cuando descubrieron la verdad.
«Incluso le dimos una botella de agua y le dijimos que era un spray antimonstruos, para que pudiera ahuyentar a cualquiera de los monstruos durante la noche», dijo Ashley Massis Class, la madre de la pequeña, en una entrevista con la BBC.
Pero los lamentos de la pequeña Saylor continuaron durante meses, hasta que un día su madre notó unos insectos volando en las paredes exteriores del ático y la chimenea de su casa. Fue entonces cuando descubrieron una gigantesca colmena de abejas en la pared del dormitorio de Saylor, confirmando los temores de la niña.
Un apicultor llegó a la vivienda y logró extraer entre 55.000 y 65.000 abejas, así como 45 kilogramos de panales. Estos animales están protegidos por las leyes de EE.UU. y fueron llevados a un santuario.
La familia Class dijo que esta infestación de abejas les dejó gastos por unos 20.000 dólares, ya que tuvieron que pagar por retirarlas de su casa y realizar todas las reparaciones en la pared y el cableado eléctrico.
La historia de Saylor sirve como recordatorio de que a veces, los temores de los niños pueden ser más que simples imaginaciones, y que prestar atención a sus preocupaciones puede conducir a descubrimientos sorprendentes.