Para el imaginario colectivo, se entiende bajo el concepto de “monumento” a bienes -tanto muebles como inmuebles- que por su valor histórico, artístico o por su antigüedad deben ser conservados para el conocimiento y disfrute de generaciones presentes y futuras. En el caso de un monumento natural, se trata de la mención a un área protegida que se caracteriza por formaciones geológicas, fósiles, especies vivas o algún otro aspecto natural que presenta un valor excepcional debido a su rareza, belleza, interés científico o importancia cultural.
El objetivo de considerar un área como monumento natural es proteger a sus principales atractivos frente a actividades que puedan degradarlos o destruirlos, asegurando su preservación para las generaciones futuras.
Estos monumentos se protegen y preservan por su singularidad y por su importancia para la conservación del patrimonio natural de una región o país: en el caso de Argentina, el monumento natural más impresionante y visitado de todo su territorio nacional sirve también como un lugar de turismo y recreación, donde residentes, visitantes y turistas extranjeros pueden aprender sobre la naturaleza y disfrutar de su belleza.
2 en 1: el monumento y maravilla natural más impresionante que visitar en Argentina
El monumento natural más impresionante y visitado de Argentina es, sin duda, las Cataratas del Iguazú: un deslumbrante conjunto de cascadas que está ubicado en la provincia de Misiones, precisamente en la frontera con Brasil, y que se posiciona como el atractivo turístico más importante del noreste del país.
Además de ser un punto turístico de gran valor para el turismo nacional, se encuentra dentro del Parque Nacional Iguazú, que es considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 1984. Años más tarde, en 2011, serían consagradas como una de las nuevas Siete Maravillas Naturales del Mundo, logrando también una gran repercusión frente al turismo internacional. Todos estos reconocimientos ayudarían a que hoy sea el monumento natural más visitado del país.
Las cataratas constan de 275 saltos de agua que caen desde una altura de hasta 80 metros -una distancia equivalente a un edificio de 30 pisos-, creando un espectáculo natural impresionante. La más famosa de todas es la bautizada como «Garganta del Diablo» por su profundidad y la intensidad con la que fluye el agua: es la caída de agua más alta y concurrida de todo el área natural.
Las Cataratas del Iguazú reciben miles de visitantes cada año y son un destino turístico de renombre mundial, conocido por su belleza y la majestuosidad de su entorno natural. Los visitantes pueden explorar las cataratas a través de una serie de pasarelas que ofrecen vistas panorámicas y cercanas de los diferentes saltos.
Además de las cataratas en sí, la biodiversidad que posee el Parque Nacional Iguazú es otro atractivo importante, con una gran variedad de flora y fauna, incluyendo especies en peligro de extinción. Entre las especies que pueden ser divisadas durante la permanencia en este monumento natural se destaca la presencia de coatíes, jaguares y tucanes.
Pensado como una experiencia turística para todas las edades, además de admirar las cataratas, los visitantes que recorran el Parque Nacional Iguazú pueden disfrutar de diversas actividades como paseos en lancha que se acercan a los saltos, caminatas por la selva y recorridos en vehículos eléctricos. También se ofrecen tours guiados que proporcionan información sobre la geología, la ecología y la historia del lugar.
Por si fuera poco, la cercanía con Brasil permite una experiencia transfronteriza, ya que se puede visitar el lado brasileño de las Cataratas para obtener una perspectiva diferente: para esto habrá que dirigirse hacia el Parque Nacional do Iguaçu, en la localidad brasileña de Foz do Iguaçu.