Caviahue-Copahue, un pequeño rincón ubicado en la provincia de Neuquén, emerge como una joya natural, marcada por sus aguas termales y su majestuoso volcán. Este enclave, arraigado en el departamento Ñorquín, a 52 km de Loncopué, fue hogar de comunidades Mapuches durante siglos, y hoy se vislumbra como un destino que podría conquistar el reconocimiento global.
El entorno de Caviahue-Copahue ofrece un espectáculo natural sin parangón. Rodeado por la imponente presencia del volcán Copahue, el lago Caviahue y sus aguas termales conforman un paisaje único, una combinación de actividades que seduce a los visitantes en cualquier época del año.
Durante el invierno, el manto blanco de la nieve transforma el lugar en un paraíso para los amantes de los deportes invernales. El ski y el snowboard son solo algunas de las opciones que ofrece este destino. Además, numerosos paseos y actividades guiadas permiten explorar la belleza de la región en todo su esplendor.
Pero cuando la nieve se retira, las aguas termales y los fascinantes avistamientos se convierten en los protagonistas indiscutibles. Las termas de Caviahue, con su riqueza en azufre, son un punto de atracción que invita al relax y la sanación.
La gastronomía local también despliega sus encantos, con el chivito patagónico y el exquisito chocolate como estandartes del pueblo, cautivando los paladares de los turistas más exigentes.
Con una población estable de alrededor de 600 personas, Caviahue-Copahue recibe anualmente miles de visitantes, generando empleo y desarrollo económico en la región.
En suma, Caviahue-Copahue ofrece una experiencia turística incomparable, donde la belleza natural se combina con la calidez de su gente y la diversidad de sus propuestas. Un lugar que, sin duda, merece ser explorado y admirado por el mundo entero.