Al menos una quinta parte de la superficie oceánica del mundo se enfrenta a lo que los expertos llaman una “triple amenaza”, que implica sobrecalientamiento, pérdida de oxígeno y acidificación.
En los últimos años, científicos de todo el mundo han alertado sobre el aumento de la temperatura del agua, algo que ha alcanzado niveles alarmantes en los últimos meses. Pero ahora también sabemos que la #CrisisClimática está dejando los #océanos más ácidos y con menos oxígeno, perjudicando a una amplia variedad de especies marinas.
Una investigación publicada en la revista AGU Advances indica que estos efectos alarmantes y cada vez más frecuentes son consecuencias de actividades humanas como la quema de combustibles fósiles y la deforestación.
Se estima que las tres condiciones durarán tres veces más y serán seis veces más intensas que a principios de los años sesenta. «Los impactos ya han sido observados y sentidos», afirmó Joel Wong, investigador de ETH Zurich y autor principal de la investigación. «Es probable que eventos extremos intensos como estos vuelvan a ocurrir en el futuro, alterando los ecosistemas marinos y las pesquerías en todo el mundo».
Como explica el texto, la triple amenaza puede ocurrir en períodos cortos o largos, pero en muchas regiones de los océanos, especialmente en los trópicos y el Pacífico Norte, está durando hasta 30 días, lo que no es normal. Algo similar, pero a niveles mucho más intensos, ya ocurrió con los océanos hace unos 252 millones de años durante la «Gran Mortandad», la mayor extinción masiva que jamás haya ocurrido en la Tierra.
Las consecuencias de esta triple amenaza no solo afectan a la vida marina. La pérdida de biodiversidad, la alteración de las cadenas alimentarias y los cambios en los patrones migratorios de muchas especies marinas son algunos de los efectos que ya se están observando. Además, estos cambios tienen el potencial de impactar negativamente en las economías que dependen de la pesca y el turismo, sectores vitales en muchas regiones costeras.
Los expertos advierten que es crucial tomar medidas inmediatas para mitigar estos efectos y proteger los ecosistemas marinos. La reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la protección de los hábitats marinos y la implementación de políticas sostenibles son pasos esenciales para asegurar la salud de nuestros océanos en el futuro.