Europa sufre una ola de calor «infernal» que ha obligado al cierre de la Acrópolis en Grecia y ha llevado al Mar Adriático a alcanzar temperaturas récord. Este fenómeno afecta principalmente al sur del continente, con impactos significativos en diversos países.
En Grecia, el Ministerio de Cultura ordenó cerrar la Acrópolis durante cinco horas a partir de las 12 p.m. del miércoles, debido a las altas temperaturas que superan los 43 grados Celsius. Turistas como Toby Dunlap, de Pensilvania, relataron su experiencia de visitar el histórico sitio bajo el intenso calor. La Cruz Roja estuvo presente, repartiendo agua embotellada y folletos informativos a los visitantes.
Italia también enfrenta graves consecuencias de la ola de calor. Dos bomberos perdieron la vida al combatir un incendio en Basilicata, mientras que ciudades como Palermo y Verona han emitido advertencias de calor severo. En Roma, los animales del zoológico recibirán paletas de hielo para combatir las altas temperaturas, que se espera superen los 38 grados Celsius.
El Mar Adriático registró temperaturas sin precedentes, alcanzando casi 30 grados Celsius cerca de Dubrovnik. En Serbia, el consumo de electricidad alcanzó niveles récord debido al uso masivo de aire acondicionado, y en Macedonia del Norte, los incendios forestales han requerido la intervención de aviones de extinción de incendios de varios países vecinos.
La crisis climática, exacerbada por la quema de combustibles fósiles, está detrás de estas olas de calor cada vez más intensas y prolongadas, advierten los científicos. Mientras tanto, París, que albergará los Juegos Olímpicos a finales de este mes, experimenta temperaturas más moderadas, aunque se espera que suban a lo largo de la semana.
Esta ola de calor extrema no solo pone en riesgo la vida de personas y animales, sino que también subraya la urgencia de abordar el cambio climático y sus efectos devastadores en todo el mundo.