En una innovadora estrategia financiera, Credito Emiliano SpA, un banco regional italiano, ha convertido el queso parmesano en una garantía de crédito aceptada oficialmente desde 1953. Ubicado en la región de Emilia-Romaña, al sureste de Milán, el banco ha acumulado una impresionante cantidad de 17.000 toneladas de parmesano, equivalente a unas 444.000 piezas valoradas en aproximadamente 132 millones de euros.
El mecanismo funciona ofreciendo préstamos a los productores de parmesano, con un plazo de hasta 24 meses, el tiempo necesario para que el queso envejezca adecuadamente. Credito Emiliano concede hasta el 80% del valor del parmesano según los precios del mercado. Cada pieza, que pesa alrededor de 36 kilos, tiene un valor aproximado de 300 euros. Este sistema de crédito ha sido fundamental para los productores, quienes utilizan los préstamos para financiar la compra de leche y otros gastos operativos.
Leo Bertozzi, director de la Asociación de Productores de Parmigiano-Reggiano de Italia, destaca que «el queso parmesano ha sido utilizado para operaciones financieras desde la Edad Media», gracias a su valor intrínseco y el largo proceso de añejamiento que requiere. Este valor asegura que el banco no corre grandes riesgos, ya que, en caso de impago, el queso puede ser vendido para recuperar la inversión.
La importancia del parmesano en esta región es tal que cada pieza está marcada con un número de serie para su rastreo. En febrero de 2017, una banda de ladrones robó 570 piezas de queso, pero fue capturada antes de que el queso fuera dañado, según William Bizzarri, quien administra las bóvedas del banco.
A pesar de considerar otros productos regionales como jamón prosciutto y aceite de oliva como garantías potenciales, el banco ha optado por el parmesano debido a su facilidad de almacenamiento y marcaje. Estos productos, según Bizzarri, son más vulnerables al robo y más difíciles de manejar.
El banco ha implementado una planta de almacenamiento de última tecnología para asegurar la conservación del queso. Fausto Filippi, banquero principal de la entidad, subraya que el parmesano es una inversión valiosa que aumenta su valor conforme madura. La entidad también realiza limpieza, giro y pruebas periódicas para mantener la calidad del producto.
Este método, aunque representa solo el 1% de los ingresos anuales del banco, es crucial para la economía local de Emilia-Romaña, una región donde la agricultura, especialmente la producción de queso parmesano, juega un papel clave. La iniciativa no solo apoya a los productores, sino que también impulsa la economía local al garantizar la estabilidad del sector.
El enfoque único de Credito Emiliano ha atraído la atención académica, siendo objeto de estudio en la Universidad de Harvard bajo el título “Credem: Banking on Cheese”, que examina cómo el banco ha integrado el queso parmesano en su modelo financiero, convirtiendo a este producto en un activo valioso y sostenible.