Las operaciones aéreas en Colombia, que habían enfrentado interrupciones debido a una aparente escasez de combustible, han comenzado a normalizarse, según confirmaron el Gobierno y las aerolíneas Latam y Avianca. Durante las últimas 48 horas, estas aerolíneas habían advertido sobre la posibilidad de cancelaciones y reprogramaciones de vuelos debido a la falta de combustible Jet A1, lo que generó preocupación entre los pasajeros y en la industria del transporte aéreo.
La Aeronáutica Civil de Colombia informó que existen suficientes inventarios de combustible en el país y advirtió a las aerolíneas que no podrían cancelar vuelos alegando falta de suministro. La Asociación Colombiana del Petróleo y Gas también confirmó que se han tomado medidas para normalizar el abastecimiento en todos los aeropuertos del país, mientras que Terpel, la principal distribuidora de combustible en Colombia, aseguró que el suministro para el resto de agosto y septiembre está garantizado.
El origen de esta crisis se remonta a un fallo técnico ocurrido el 16 de agosto en la refinería de Cartagena (Reficar), lo que habría generado especulaciones sobre una posible escasez de combustible. Sin embargo, el presidente Gustavo Petro afirmó que la oferta de combustibles en el país es suficiente y que no hay razón para el desabastecimiento, añadiendo que se ha iniciado una investigación para esclarecer los motivos detrás de la interrupción del suministro en algunos aeropuertos.
Durante el fin de semana, las aerolíneas tomaron medidas preventivas, como la suspensión temporal de la venta de boletos y la reprogramación de vuelos, lo que afectó a cientos de pasajeros. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) había advertido al Gobierno colombiano sobre los desafíos que enfrentaban las aerolíneas para abastecerse de combustible, sugiriendo que la importación del mismo podría elevar los costos de los boletos, impactando negativamente a los usuarios.
El Ministerio de Transporte ha reiterado que se están tomando todas las medidas necesarias para asegurar que las operaciones aéreas continúen con normalidad y que se investigarán posibles irregularidades en la distribución de combustible. La situación parece estar bajo control, y las aerolíneas han comenzado a retomar sus operaciones normales en todo el país.