El crucero de lujo Villa Vie Residences Odyssey, que promete llevar a sus pasajeros en un viaje alrededor del mundo durante tres años y medio, ha sufrido un inesperado contratiempo. Los pasajeros, que pagaron hasta $850,000 por esta aventura exclusiva, ahora se ven obligados a abandonar el barco cada noche y hospedarse en hoteles debido a problemas técnicos que impiden que el barco zarpe.
Este peculiar giro de eventos ha afectado a cientos de viajeros que esperaban explorar 147 países y 7 continentes a bordo del crucero. Entre los destinos más destacados del itinerario se encontraban Japón, México, y varias islas paradisíacas, pero el viaje, programado originalmente para partir en mayo, ha sido postergado por problemas mecánicos.
El barco, de más de 30 años de antigüedad, sigue anclado en el astillero de Belfast, el mismo lugar donde fue construido el Titanic, mientras se realizan reparaciones críticas en los ejes del timón, el trabajo de acero y los motores. Según el gerente de marketing de Villa Vie Residences, Sebastian Stokkendal, se espera que las reparaciones concluyan pronto y que el barco pueda partir en su primera etapa hacia Bremerhaven, Ámsterdam, y Lisboa antes de cruzar el Atlántico hacia el Caribe.
Mientras tanto, los 200 pasajeros afectados están siendo alojados en hoteles de la ciudad, con los gastos cubiertos por la empresa, además de contar con transporte y comida durante el día a bordo del barco. La pasajera Holly Hennessey describió la situación como «casi como un crucero normal, excepto que estamos atracados y debemos irnos cada noche». Otros pasajeros, como Lanette Canen y Johan Bodin, han documentado su experiencia en su canal de YouTube, destacando que, a pesar de poseer una cabina en el barco, deben seguir pagando una cuota mensual de $3,500.
Villa Vie Residences promete que pronto se podrán resolver todos los problemas técnicos y el viaje alrededor del mundo podrá finalmente comenzar, ofreciendo a sus pasajeros una experiencia única que incluye más de 425 destinos y 100 islas. Sin embargo, hasta entonces, deberán conformarse con la inusual combinación de días a bordo y noches en tierra firme.